Abogado de Abimael Guzmán conversó con el terrorista el día antes de su muerte. (Agencias)
Abogado de Abimael Guzmán conversó con el terrorista el día antes de su muerte. (Agencias)

Hoy se cumplen 29 años de la operación “Victoria”, la cual logró la captura del terrorista de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, quien falleció el último sábado.

Aquel 12 de setiembre, los agentes Ana Cecilia Garzón (Gaviota) y Julio Becerra (Ardilla) llegaron a una tienda ubicada al lado de la casa de la calle Varsovia 459 (antes Calle 1), del barrio Los Sauces, en el distrito de Surquillo, donde vivían los senderistas Carlos Incháustegui y Maritza Garrido Lecca.

Ambos habían alquilado la vivienda para esconder a los principales dirigentes de Sendero Luminoso, bajo la fachada de una academia de danza.

Con la alta sospecha de que en esa casa se escondían los dirigentes senderistas, los agentes policiales solo esperaban la orden para el ingreso. Tanto Ardilla y Gaviota permanecieron en una bodega ubicada al lado de la casa vigilada tratando de no despertar sospechas.

“Compramos una gaseosa de 50 céntimos y un chizito. Fueron las cuatro horas (de espera) más largas de nuestras vidas”, contó Ana Cecilia Garzón a Andina.

Cerca de las 20:00 horas se escucharon movimientos en el interior de la vivienda, media hora después las puertas se abrieron y salieron los invitados. Fue entonces que Gaviota y Ardilla desenfundaron sus armas, se identificaron como policías y pidieron que nadie se moviera.

Con los intervenidos reducidos, Ardilla ingresó en la vivienda. En el primer descanso de la escalera observó a una mujer que luego se escondió en el segundo piso de la casa, él la siguió hasta una habitación donde halló a Abimael Guzmán, sentado detrás de un escritorio.

“Positivo para el Cachetón”, dijeron.

-Sentencias-

  • Guzmán y los integrantes de la cúpula senderista fueron sentenciados a cadena perpetua por el delito de terrorismo, acusados de ser responsables de atentados, asesinatos selectivos y acciones de sabotaje.
  • El setiembre del 2018, Guzmán y otros cabecillas fueron condenados a otra cadena perpetua por el caso Tarata.