Socio Amrop
Siempre decimos que el talento es el activo más importante de una empresa, pero muchas veces le damos poca importancia a su selección o identificación.
Vayamos directo con un ejemplo. Ahora que estamos hablando mucho más de fútbol, con la reciente convocatoria de Lapadula a la selección peruana, vemos que conseguir un “9” es sumamente difícil y que, para llegar a ser parte de una selección nacional, es necesario pasar por todo un proceso de tamizaje donde el comando técnico observa a cientos de jugadores hasta encontrar a aquellos que le permitan armar un equipo compacto, en el que plasmará su idea de juego dependiendo de los rivales de turno.
Por otro lado, vemos los clubes de fútbol europeos, con altos presupuestos, que se encuentran constantemente en la búsqueda del futbolista adecuado, pero tienen menos restricciones que una selección nacional, porque puede ser de cualquier parte del mundo, aunque compiten con otros clubes por “jalarse” al mejor jugador. En las empresas pasa exactamente lo mismo.
La razón por las que las empresas fallan en atraer al talento ideal es porque muchas veces no saben lo que quieren. Aquí es importantísimo tomarse el tiempo, planificar y definir bien el perfil del talento que se necesita para determinada posición. Mientras mayor relevancia tenga la posición, mayor es el impacto de pérdida o lucro cesante que puede generar una mala contratación. O, como en el fútbol, podría costarnos perder el campeonato.
Definir un perfil ideal siempre es la guía para iniciar la búsqueda, primero hay que descartar si internamente tengo la opción de promover a alguien. Al buscarlo en el mercado, es posible que no se encuentre exactamente a dicho perfil. Si esto pasa, se deben revisar los requisitos del perfil y evaluar si se pueden flexibilizar o si debemos salir a buscarlo internacionalmente como lo hacen los equipos de fútbol.
Debemos entender que el talento siempre será escaso. En épocas de crisis, donde hay mayor disponibilidad, también hay que tener la capacidad de seleccionar al idóneo para la posición que se esté buscando. Recordemos que no solo basta traerse a Messi por sus indiscutibles habilidades, sino que hay que ver cómo encajará en el equipo. En el caso de las empresas, tenemos que ver el “fit cultural” y ver el presupuesto a pagar, debido a que si pago demasiado me romperá las bandas salariales, generando inequidad interna. También debemos evaluar el “momentum” por el cual está atravesando la empresa para contratar al colaborador adecuado.
Para reclutar a los mejores, las empresas grandes suelen tener áreas de reclutamiento y desarrollo de talento con todas las herramientas necesarias, pero, aun así, en muchas ocasiones contratan a las empresas de Head Hunting para las posiciones claves, lo que vendrían a ser los reclutadores en los clubes de fútbol.
La búsqueda de firmas especializadas responde a que, el equivocarse en una contratación de un talento clave no sólo genera una pérdida por el lado de la empresa (retraso en la ejecución de los planes y por lo tanto no se generó valor), sino también se perjudica al candidato que se contrató, porque podría haber seguido en su puesto anterior u optado por otra opción laboral. También es importante mencionar que ese error genera un ambiente de inestabilidad dentro de la misma empresa y puede jugar en contra de su reputación.
La firma que tenga una buena reputación y cultura tendrá mayor cantidad de candidatos en su convocatoria, algo positivo. Pero, además de volverse más atractiva, la empresa podrá también potenciar la retención del talento. Recordemos que, hoy por hoy, los postulantes preguntan más y averiguan mucho sobre las compañías, su reputación, propósito, el estilo del jefe, la cultura, etc.
Conseguir talento, en cualquier industria, siempre es difícil. Recordemos que estamos hablando de personas y cada una es única y viene con “activos y pasivos”, con “intereses y gustos”. Por lo tanto, siempre existe un riesgo en la contratación, pero con el equipo especializado y buenas metodologías se puede reducir significativamente ese riesgo; logrando armar al equipo ideal, con los mejores jugadores como en la selección nacional.