Leandro Mariátegui
Decano de la Facultad de Ingeniería de la UTP
Las empresas que buscan contratar a directivos, además de analizar las competencias duras o técnicas, ahora brindan mayor importancia a las habilidades blandas para lograr los objetivos comerciales. Entre ellas, destaca el liderazgo como la más importante para este cargo.
Liderazgo es el proceso mediante el cual los administradores tratan de influir en sus colaboradores para que logren metas de trabajo prefijadas. Es el arte de influenciar y dirigir a la gente, de tal manera que se gane su confianza, respeto y cooperación leal para el logro de un objetivo común.
Según Warren Bennis, pionero en estudios de liderazgo, el primer trabajo de un líder es definir la visión y tener la capacidad de transformarla en realidad. Por su parte, Peter Druker afirma que los líderes son el recurso básico y más escaso de la empresa: la mayoría de los fracasos empresariales pueden atribuirse a un liderazgo ineficaz.
Un buen líder debe ser consistente con las necesidades del grupo, combinar el ejercicio intelectual, moral y espiritual. Además, tiene dominio de sí mismo, genera energía y credibilidad, actúa de acuerdo con las circunstancias, inspira al grupo, sabe delegar y reconocer los logros de su gente y, sobre todo, busca trascender. Sus principales cualidades son una excelente comunicación para llegar a su equipo, dar buen ejemplo, capacidad para asumir y delegar responsabilidad, ser motivador, reconocer y promover el potencial de su gente.
También sabe tolerar los errores, establecer metas y expectativas retadoras, pero alcanzables. Finalmente, es consciente de sus propias fortalezas y limitaciones, lo que le permite conformar un equipo multidisciplinario y diverso, con el cual puede cumplir sus metas a corto, mediano y largo plazo.
Si los líderes son un recurso escaso, ¿cómo puedo asegurarme de contar con ellos en una organización? Si la búsqueda es externa, existen diferentes tipos de pruebas para medir el potencial de liderazgo de los candidatos, y así asegurarnos de que la terna finalista esté conformada por personas con esta competencia.
Sin embargo, lo más importante es formar líderes dentro de la empresa para asegurarnos de que podemos contar con ellos a nivel de la gerencia media. Es importante estar seguros de que estos líderes, en lugar de manejar subordinados, dirijan gente; que no haga las cosas por temor a la sanción, sino por inspiración y compromiso. Esto provocará que los líderes generen buen clima laboral y desarrollen a sus seguidores disminuyendo la rotación de puestos claves. Los retos actuales de las empresas, dentro de esta crisis que estamos viviendo, requieren contar con líderes transformacionales con carisma, interés por el colaborador, y que además sean competentes y visionarios.
En un país donde el liderazgo está en crisis por falta de confianza, es un gran reto para las empresas atraer líderes y formarlos de acuerdo con sus valores y su cultura. Por eso es importante trabajar de la mano con las universidades y las escuelas de negocios. El reto es grande, pero juntos vamos a lograrlo.