Manolo Vega
Escribe: Manolo Vega, presidente de REF
En el mundo empresarial, el término “networking” se ha vuelto omnipresente, pero a menudo se percibe como una práctica transaccional, donde el objetivo es obtener beneficios profesionales a través de interacciones superficiales. Este enfoque, centrado en la acumulación de contactos, puede resultar en relaciones frágiles y de corta duración, limitadas por la falta de una conexión genuina.
Sin embargo, existe una alternativa poderosa: las conexiones auténticas. Estas se basan en la confianza, la empatía y un interés sincero en el bienestar mutuo, trascendiendo el simple intercambio de favores. Este tipo de relaciones son más satisfactorias a nivel personal y también tienen el potencial de impulsar un liderazgo auténtico y duradero.
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La diferencia fundamental entre el networking y las conexiones auténticas radica en la intención. Mientras que el networking se enfoca en lo que se puede obtener de la relación, una conexión auténtica se preocupa por lo que se puede construir juntos. Esto se refleja en la profundidad de las conversaciones y la calidad del tiempo compartido.
Keith Ferrazzi, autor y experto en relaciones, nos recuerda que “la gente no quiere relaciones superficiales; quieren conversaciones profundas”. Este deseo de ir más allá de lo trivial es lo que da lugar a conexiones significativas. En lugar de hacer preguntas genéricas que solo raspan la superficie, Ferrazzi sugiere que debemos ser más intencionales y transparentes, creando un espacio donde las personas se sientan seguras para compartir sus verdaderos pensamientos y emociones.
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Por ejemplo, en lugar de preguntar “¿Cómo estuvo tu día?”, podrías decir “¿Qué momentos de tu día te hicieron sentir más satisfecho o motivado? ¿Por qué?”. Este tipo de preguntas demuestran un interés genuino y fomentan la reflexión y la conexión emocional.
El concepto de “bucle de vulnerabilidad y conexión” propuesto por Ferrazzi y Ronen Olshansky es una herramienta poderosa en este contexto. Este enfoque sugiere que al hacer preguntas que profundicen, se desencadena un “contagio emocional” que conduce a una conexión auténtica, la cual a su vez inspira nuevas preguntas y mantiene el ciclo de conexión.
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Como líderes, es fundamental abrazar estas prácticas y adoptar un mindset que valore la generosidad, la vulnerabilidad y la curiosidad. Liderar con estos principios no solo fortalece las relaciones dentro del equipo, sino que también crea un entorno donde todos se sienten valorados y motivados para contribuir con lo mejor de sí mismos. Las conexiones auténticas no son solo un “nice-to-have” en el mundo empresarial; son la base sobre la cual se construyen equipos sólidos y resilientes. Al fomentar un ambiente donde se privilegian las relaciones genuinas, los líderes promueven el bienestar de sus colaboradores y se posicionan para liderar con mayor eficacia y propósito. Estos pilares los tenemos muy presente en REF al acelerar la evolución personal, profesional y empresarial de nuestros miembros para que puedan tomar mejores decisiones, crear valor, generar impacto y alcanzar su siguiente nivel.
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