En Perú, el 57% de las organizaciones en ha tomado medidas para promover la diversidad en el trabajo, de acuerdo con un estudio de Bumeran. Loable, sí, pero aún con un largo camino por recorrer. Si bien el país ha avanzado en inclusión de género y discapacidad, la diversidad etaria sigue siendo una asignatura pendiente. Esto es preocupante porque, en un mercado laboral que envejece y donde la experiencia podría ser un activo clave, el edadismo se alza como una de las grandes barreras para el desarrollo de organizaciones verdaderamente innovadoras.