Un grupo de científicos de varias universidades suizas han desarrollado un sistema de observación de reacciones químicas a muy pequeña escala con el que han podido confirmar que la urea desempeñó un rol esencial en la aparición de la vida en la Tierra.
La urea es un compuesto químico que contiene carbono e hidrógeno y que se encuentra en sustancias como la orina, el sudor o la materia fecal.
Según los expertos de la Universidad de Ginebra y de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich, los rayos cósmicos habrían actuado sobre la urea que estaba presente en los charcos de agua caliente previos al origen de la vida planetaria.
En esta “sopa primigenia”, la urea, sometida a la radiación, habría producido ácido malónico, una de las principales fuentes del ARN y del ADN.
Para comprobar esta hipótesis -planteada desde hacía varias décadas- los expertos helvéticos desarrollaron un método de observación espectroscópico, con el que pudieron observar una serie de reacciones químicas con una definición de imagen muy alta
Valiéndose de la tecnología de rayos infrarrojos, los expertos han sido capaces de examinar los cambios que se producen a nivel molecular en unos femtosegundos (milbillonesimas de segundo).
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Además, para poder examinar estas reacciones en los líquidos, los científicos diseñaron un dispositivo que puede expulsar un finísimo chorro de agua para observar la respuesta de la urea en diferentes condiciones de presión.
Los codirectores del proyecto creen que la clave para estudiar la larga serie de reacciones químicas que influyeron en el desarrollo de las primeras formas de vida está en la acción de los rayos ionizantes.
“Descubrimos que una radiación ionizante hace que un átomo de hidrógeno dentro de cada par de moléculas de urea se mueva de una partícula a otra”, explicó en un comunicado de prensa el profesor Hans Jakob Wörner de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich.
Es precisamente en medio de esa minúscula reacción donde podrían haber tenido lugar una serie de reacciones químicas que culminaron en la formación del ácido malónico, presente en el ADN y en el ARN.
Según los investigadores, el papel de la urea en la formación de la vida no se había podido confirmar hasta ahora porque esta reacción ocurre de una manera tan veloz que supera a la de todas las teorías establecidas.
Este nuevo instrumento de observación de reacciones químicas en líquidos a una escala tan minúscula podría contribuir al desarrollo de nuevos medicamentos o a la industria de captación de energía solar.
Fuente: EFE
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