El CICIR, un grupo de expertos que hasta 1980 estuvo dentro del Ministerio de Seguridad del Estado y asesora al gobierno chino en materia de política exterior y seguridad, no respondió a una solicitud de comentarios.
El CICIR, un grupo de expertos que hasta 1980 estuvo dentro del Ministerio de Seguridad del Estado y asesora al gobierno chino en materia de política exterior y seguridad, no respondió a una solicitud de comentarios.

Un informe interno chino advierte de que Pekín enfrenta una ola creciente de hostilidad a raíz del brote de coronavirus que podría llevar a las relaciones con Estados Unidos a una confrontación, dijeron a Reuters personas familiarizadas con el reporte.

El informe, presentado a principios del mes pasado por el Ministerio de Seguridad del Estado a los principales líderes de Pekín, incluido el presidente, concluyó que la molestia global contra China está en su punto más alto desde la represión de la Plaza Tiananmen de 1989, dijeron las fuentes.

Como resultado, Pekín se enfrentará a una ola de percepciones contra china, que lidera Estados Unidos, después de la pandemia y necesita estar preparado en el peor de los casos para una confrontación armada entre las dos potencias, según personas familiarizadas con el contenido del informe, que se negaron a ser identificadas por lo delicado del asunto.

El informe fue elaborado por los Institutos de Relaciones Internacionales Contemporáneas de China (CICIR), un grupo de expertos del Ministerio de Seguridad del Estado, el principal órgano de inteligencia de China.

Reuters no ha visto el documento informativo, pero fue descrito por personas que tenían conocimiento directo de sus diagnósticos.

No tengo información relevante”, dijo la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China en un comunicado en respuesta a las preguntas de Reuters sobre el informe.

El Ministerio de Seguridad del Estado de no tiene detalles públicos de personas para referir preguntas y no se le pudo contactar para hacer comentarios.

El CICIR, un grupo de expertos que hasta 1980 estuvo dentro del Ministerio de Seguridad del Estado y asesora al gobierno chino en materia de política exterior y seguridad, no respondió a una solicitud de comentarios.

Reuters no pudo determinar en qué medida la cruda evaluación descrita en el documento refleja las posiciones sostenidas por los líderes estatales de China y en qué medida, en todo caso, influiría en la política.

Pero la presentación del informe muestra cuán en serio Pekín se toma la amenaza de una reacción violenta que podría afectar lo que China ve como sus inversiones estratégicas en el extranjero y su visión de seguridad.

Se considera que las relaciones entre están en su peor momento en décadas, con la profundización de la desconfianza y puntos de fricción por acusaciones estadounidenses de prácticas comerciales y tecnológicas injustas, además de conflictos sobre Hong Kong, Taiwán y territorios en disputa en el Mar del Sur de China.

En los últimos días, el presidente de Estados Unidos, , que se enfrenta a una campaña de reelección difícil porque el coronavirus se ha cobrado la vida de decenas de miles de estadounidenses y ha devastado la economía, ha estado elevando el tono de sus críticas a Pekín y amenazando con nuevos aranceles.

Mientras tanto, su Gobierno está considerando tomar represalias contra China por el brote, dijeron las autoridades.

En Pekín, hay una creencia generalizada de que quiere contener el ascenso de China, que se ha vuelto más asertiva en el mundo en la medida que su economía ha ido creciendo.

El documento concluyó que Washington ve el ascenso de China como una amenaza de seguridad económica y nacional y un desafío para las democracias occidentales, dijeron las fuentes.

El informe también dijo que Estados Unidos pretendía debilitar al gobernante Partido Comunista socavando la confianza del pueblo.

Los funcionarios chinos tienen una “responsabilidad especial” de informar a su gente y al mundo de la amenaza que representa el coronavirus “ya que fueron los primeros en enterarse de ello”, dijo la portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Morgan Ortagus, en respuesta a preguntas de Reuters.

Sin abordar directamente la evaluación realizada en el informe chino, Ortagus agregó: “Los esfuerzos de Pekín por silenciar a los científicos, periodistas y ciudadanos y difundir la desinformación exacerbaron los peligros de esta crisis de salud”.

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