El Gobierno mexicano advirtió este miércoles de la potencial pérdida de 400,000 empleos en Estados Unidos, así como de inflación -por ejemplo un incremento de US$ 3,000 en el precio de una camioneta-, si el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, impone aranceles del 25% a México.
“Al final estos impuestos van a afectar al consumidor en Estados Unidos, pero también a las empresas, y se perderían alrededor de 400,000 empleos en Estados Unidos. ¿De dónde sacamos la cifra? Se perderían esos empleos y eso lo consulté con las diferentes empresas”, declaró el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, en una conferencia.
El encargado de implementar la política comercial mexicana alertó de los efectos en Estados Unidos de las medidas de Trump, quien el lunes anunció que una de sus primeras órdenes ejecutivas será imponer aranceles de 25% a “todos los productos” de México y Canadá hasta que se “detenga la invasión” de los migrantes y de drogas.
El funcionario expuso en el Palacio Nacional que las principales empresas afectadas serían las automotrices estadounidenses General Motors, Stellantis y Ford, además de que las importaciones totales en Estados Unidos representan el 12.7% de su producto bruto interno (PBI).
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“Es un impuesto que afecta, primordialmente, a este complejo industrial tecnológico, cuyos principales exponentes son estos tres grupos de los propios Estados Unidos, o sea, es un tiro en el pie”, consideró.
Ebrard defendió el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), en vigor desde 2020 y firmado durante la primera presidencia de Trump (2017-2021).
El intercambio comercial de los tres países de Norteamérica sumó US$ 1,776.5 billones de enero a septiembre de 2024, el equivalente al 30 % del PBI mundial, detalló el secretario.
Por ello, adelantó que la propuesta de México al equipo de transición de Trump será fortalecer la “estabilidad regional”, la “prosperidad compartida” con empleos bien remunerados e inversión en infraestructura, e impulsar la “competitividad global” al optimizar las cadenas de suministro en Norteamérica.
“Entonces en la mesa hay dos alternativas: nos podemos fragmentar y dividir con acusaciones y tarifas (aranceles) -podemos hacer eso si queremos, porque nos ponen una tarifa y nosotros ponemos otra, y Canadá pone otra, va a ser una división de nunca acabar- o construimos juntos una región fuerte y competitiva”, argumentó.
El secretario aseveró que ha recibido el respaldo de compañías de los sectores aeronáutico, agropecuario y financiero.
También indicó que busca acelerar el aval final del acuerdo de libre comercio renovado con la Unión Europea (UE) y uno nuevo con Brasil.
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