Los mediadores internacionales intensifican sus esfuerzos este miércoles para alcanzar un acuerdo de tregua entre Israel y el movimiento palestino Hamás en la Franja de Gaza, donde la ONU teme una “masacre” si el ejército israelí lanza una operación en la ciudad de Rafah.
Según el Ministerio de Salud de Hamás, que tomó el poder en Gaza en 2007, 104 personas, en su mayoría mujeres y niños, murieron en los bombardeos nocturnos israelíes de las últimas horas en el sitiado territorio palestino, devastado por más de cuatro meses de guerra.
Los ataques se dirigieron en particular a las ciudades de Jan Yunes y Rafah, en el sur, junto a la frontera cerrada con Egipto, convertida en el último refugio para 1,4 millones de palestinos, según la ONU, la gran mayoría desplazados por la guerra y viviendo en condiciones extremas.
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Desde el martes, Egipto ha recibido a representantes de Estados Unidos, el principal apoyo de Israel, y de Catar, donde vive el líder de Hamás.
El objetivo de negociar una tregua que incluya la liberación de los rehenes secuestrados en Gaza el 7 de octubre durante un ataque sin precedentes del movimiento islamista palestino en territorio israelí.
El jefe del Mosad, el servicio secreto israelí, David Barnea, participó en las conversaciones junto al director de la CIA, William Burns, el Primer Ministro de Catar, Mohammed bin Abdelrahmane Al-Thani, y funcionarios egipcios, indicó la televisión AlQahera News, cercana a la inteligencia egipcia.
La delegación israelí abandonó luego El Cairo, según medios israelíes, pero las negociaciones continuarán durante “los próximos tres días”, dijo AlQahera News el martes.
Una delegación de Hamás, encabezada por Jalil Al Hayya tiene previsto viajar a El Cairo, probablemente el miércoles, según una fuente del movimiento palestino, considerado una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, muy crítico con la ofensiva israelí en Gaza, será recibido el miércoles en El Cairo por su homólogo egipcio Abdel Fattah Al Sisi.
“Estamos trabajando intensamente con Egipto y Catar en una propuesta para la liberación de los rehenes”, dijo el martes el Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken.
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Familiares de rehenes en La Haya
Según Israel, de las aproximadamente 250 personas secuestradas el 7 de octubre, 130 siguen retenidas en Gaza, 29 de los cuales se cree que murieron.
Una tregua de una semana en noviembre permitió la liberación de 105 rehenes a cambio de 240 palestinos encarcelados por Israel.
Este miércoles cerca de un centenar de familiares de los rehenes acudieron a La Haya para presentar una denuncia contra Hamás por “crímenes contra la humanidad” ante la Corte Penal Internacional (CPI), según sus representantes.
La guerra fue provocada por el ataque del 7 de octubre de milicianos de Hamás en el sur de Israel, que resultó en la muerte de más de 1,160 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP en base a datos oficiales israelíes.
En represalia Israel prometió “destruir” Hamás y su ofensiva militar ha dejado 28,473 muertos en Gaza, la gran mayoría civiles, según el último balance del Ministerio de Salud en Gaza.
Desde el comienzo de la guerra, barrios enteros han sido arrasados en Gaza por el incesante bombardeo israelí y 1.7 millones de personas han sido desplazadas, según la ONU.
La Franja de Gaza, un territorio superpoblado de 362 km2, asediado por Israel y sumido en una gran crisis humanitaria, tiene aproximadamente 2.4 millones de habitantes.
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“Prefiero morir aquí”
Rafah es el último centro urbano donde aún no ha penetrado el ejército israelí y el principal punto de entrada de ayuda humanitaria, insuficiente para atender las necesidades de una población amenazada en pleno invierno por hambrunas y epidemias, según la ONU.
A principios de febrero, el Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ordenó al ejército preparar una ofensiva sobre Rafah, el “último bastión” de Hamás, según él. Sin embargo, el domingo aseguró que Israel abriría a la población “un paso seguro” para salir de la ciudad, sin especificar dónde.
Estados Unidos, el gran aliado de Israel, dijo oponerse a una ofensiva contra Rafah si no hay garantías para la seguridad de los civiles, mientras que el jefe de Asuntos Humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, advirtió que “las operaciones militares en Rafah podrían conducir a una masacre”.
“Si me piden que regrese a la Ciudad de Gaza, solo lo haré si es seguro”, dijo en Rafah una madre, Ahlam Abu Assi, desplazada con su familia. “Si no, prefiero morir aquí. Allí ya se están muriendo de hambre.”
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