China anunció este jueves sus medidas para impulsar la economía en 2025, estimulando sobre todo el consumo interno, informaron medios estatales, tras una reunión económica de la que estuvieron muy pendientes los mercados.
Los principales dirigentes que asistieron a la reunión, incluido el presidente chino Xi Jinping, prometieron que en 2025 pondrán en marcha una política monetaria “moderadamente acomodaticia”, que aumentarán el financiamiento social y que recortarán las tasas de interés “en el momento oportuno”, según la cadena pública CCTV.
En esta “Conferencia central sobre el trabajo económico”, que tuvo lugar a puerta cerrada, se identificaron varias “tareas clave” para el próximo año, como estimular “enérgicamente” el consumo, estabilizar el comercio exterior y atajar la caída del mercado inmobiliario, indicó CCTV.
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El lunes, el buró político del Partido Comunista se reunió y afirmó que desea “flexibilizar” la política monetaria nacional el próximo año.
Este tipo de medidas le beneficiaría pero el país podría verse confrontado a otros vientos en contra, “sobre todo en el frente exterior”, señaló Julian Evans-Pritchard, analista de Capital Economics.
“Aunque nos pudiéramos beneficiar de un repunte del estímulo a corto plazo, no estamos convencidos” de que las políticas de apoyo impidan “que la economía se desacelere más el año que viene”, agregó.
En octubre, el Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó sus previsiones de crecimiento para China a un 4.8% para 2024. Para el año que viene, la institución prevé un crecimiento aún menor, del 4.5%.
Enfoque fiscal más proactivo
En su cobertura de la reunión anual, la cadena de televisión estatal CCTV reiteró principalmente una estrategia delineada anteriormente en la semana después de una sesión del poderoso Politburó del Partido Comunista gobernante, en la que los dirigentes se comprometieron a flexibilizar la política monetaria y adoptar un enfoque fiscal más proactivo.
Los mercados en China han subido recientemente ante las renovadas esperanzas de una dosis más fuerte de estímulo para ayudar a contrarrestar el débil gasto del consumidor que ha mantenido el crecimiento económico este año a un ritmo ligeramente más lento que el objetivo oficial del gobierno de aproximadamente el 5%.
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La promesa de una política monetaria “moderadamente flexible” representa un cambio del enfoque más cauteloso y “prudente” que había prevalecido durante una década, después de la recuperación de China de la crisis financiera global.
Pero hasta ahora, las medidas tomadas este año para sacudir la economía de su letargo pospandémico han sido amplias en alcance, pero más incrementales y técnicas que el dramático estímulo que los inversionistas han estado esperando.
El informe de CCTV aseguró que China aumentaría su déficit fiscal y continuaría emitiendo bonos gubernamentales “extremadamente largos” para ayudar a financiar gastos adicionales. No proporcionó detalles sobre la cantidad de dinero a gastar o el tamaño del déficit.
Mercado inmobiliario
Los dirigentes chinos se comprometieron a estabilizar el mercado inmobiliario, el cual ha estado sumido en una recesión luego de que el gobierno tomara medidas, hace varios años, para controlar el exceso de préstamos solicitado por parte de los desarrolladores inmobiliarios.
También prometieron impulsar el gasto del consumidor contrarrestando la debilidad en el mercado laboral y asegurando que los salarios se mantengan al mismo nivel que el crecimiento económico.
El Partido Comunista también estaba redactando estrategias a más largo plazo para el próximo plan quinquenal del país, el cual proporcionará un plan para las políticas en los próximos años que probablemente se alinearán con el énfasis del presidente Xi Jinping en desarrollar tecnologías avanzadas y un crecimiento de “mayor calidad”.
Hace varios meses, el banco central chino y otros reguladores comenzaron a implementar varias políticas destinadas a alentar a las empresas y hogares a gastar más dinero. Una declaración emitida después de la reunión del Politburó reiteró principalmente las mismas promesas amplias.
Beijing también ha lanzado programas para pagar subsidios por el canje de autos y electrodomésticos a fin de reemplazarlos por otros nuevos y más eficientes en energía.
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Esta estrategia ha ayudado a impulsar las ventas de automóviles, uno de los sectores más pujantes de la economía, según la Asociación China de Fabricantes de Automóviles.
La asociación dijo esta semana que las ventas de automóviles de pasajeros aumentaron un 17.5% en noviembre en comparación con el año anterior, el segundo mes consecutivo de crecimiento de dos dígitos después de un aumento del 10.7% en octubre.
“Continuamos pidiendo la extensión de las políticas relevantes que promueven la compra de automóviles”, dijo la asociación, haciendo notar que la reunión del Politburó había logrado acuerdos positivos.
Las exportaciones también han mostrado signos de fortaleza, aunque los aranceles crecientes impuestos a los vehículos eléctricos y otros productos chinos representan una amenaza para el crecimiento impulsado por el comercio.
Mientras tanto, el mercado inmobiliario ha mostrado signos de recuperación después de su prolongada recesión, aunque los economistas aseguran que una recuperación completa llevará tiempo.
Con información de AFP y AP
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