Fitch Ratings Inc. reafirmó su calificación crediticia A- para Chile, descartando la preocupación de que el plebiscito de este fin de semana sobre una nueva Constitución conduzca a cambios en el modelo económico.
La firma también mantuvo su perspectiva estable en la calificación, cuatro días antes de que los votantes acudan a las urnas para decidir el destino de un segundo intento por reescribir la Carta Magna en el mismo número de años. El nuevo texto es más moderado que el primer borrador —el que fue rechazado en una votación en setiembre del año pasado— y preserva ampliamente las libertades económicas actuales, señaló Fitch.
“La Constitución propuesta no perjudicaría el modelo económico de Chile ni aumentaría significativamente el gasto público”, señaló Fitch en el comunicado que acompaña a la decisión. “Si se rechaza, no se espera que el Gobierno inicie un nuevo proceso, especialmente porque otras problemáticas han adquirido mayor importancia, como la delincuencia y la inmigración”.
Aun así, Fitch dijo que el hecho de que el presidente Gabriel Boric no haya logrado la aprobación de una amplia reforma tributaria para abordar las presiones de gasto es un riesgo, ya que “podría resultar en un renovado descontento social y/o un deterioro fiscal significativo”. A pesar de eso, Chile se encuentra en una mejor posición fiscal que sus pares.
“Las calificaciones de Chile están respaldadas por un balance soberano relativamente sólido, con una relación entre la deuda pública y el PBI muy por debajo de sus pares, indicadores de gobernanza sólidos y un historial de políticas macroeconómicas creíbles centradas en un régimen de metas de inflación y un tipo de cambio flexible”, dijo la agencia en un comunicado.
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Los 14 analistas y operadores que participaron en una encuesta de Bloomberg realizada el mes pasado esperaban que las firmas calificadoras rebajaran su perspectiva sobre los bonos chilenos, o rebajaran la calificación en algún momento del próximo año a medida que aumenta la relación entre deuda y producto bruto interno.
Fitch señaló además que el presidente Boric ha logrado avances limitados en su agenda de reforma estructural en medio de un estancamiento político y una baja popularidad.
“En opinión de Fitch, la incapacidad de aumentar los impuestos para abordar las presiones de gasto es un riesgo, ya que esto podría resultar en un renovado descontento social y/o un desajuste fiscal”, destacó.
El gobierno sufrió un revés en marzo de este año cuando el Congreso rechazó una amplia reforma tributaria con la que buscaba financiar buena parte de sus promesas de campaña.
La agencia dijo además que espera que la posición fiscal del gobierno central se debilite significativamente en 2023, con un déficit del 2.4% del PBI frente a un superávit del 1.1% en 2022.
Con información de Bloomberg y Reuters
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