Los trabajadores de General Motors (GM) en México estaban en camino a derrotar a uno de los sindicatos más grandes del país en una votación del contrato colectivo el mes pasado, que detonó una queja de Estados Unidos bajo el nuevo acuerdo comercial regional, TMEC, según un informe del gobierno mexicano.
El miércoles, la administración Biden pidió una investigación sobre las acusaciones acerca de que fueron negados los derechos de los trabajadores en la planta de camionetas de GM en Silao, en el centro de México, durante la votación para ratificar el contrato colectivo que mantienen con la Confederación de Trabajadores Mexicanos (CTM).
La CTM, alineada con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) que gobernó México durante décadas, es uno de varios sindicatos tradicionales acusados por trabajadores y activistas de anteponer los intereses empresariales a los derechos de los empleados.
La Secretaría del Trabajo de México dijo el martes que había encontrado “irregularidades graves” en la votación realizada en abril de más de 6,000 trabajadores sindicalizados de la planta y ordenó repetirla en un plazo de 30 días. Funcionarios han dicho que algunas papeletas fueron destruidas.
Un informe de la secretaría sobre la elección, revisado por Reuters, muestra que 1,784 trabajadores habían votado en contra de mantener el contrato de la Confederación de Trabajadores Mexicanos, mientras que 1,628 trabajadores habían votado por mantenerlo.
El documento mostró que poco más de la mitad de las personas elegibles para votar lo hicieron en el primero de los dos días posibles, antes de que los inspectores de la Secretaría del Trabajo detuvieran el proceso.
Las acusaciones de interferencia, incluidas las conclusiones de la secretaría de que algunas boletas en blanco en poder del sindicato se redujeron a la mitad, han levantado sospechas entre algunos activistas y expertos de que la CTM podría haber estado encaminada hacia una derrota más profunda.
La reposición de la votación, que se hará dentro de un mes, podría generar un margen más amplio en contra de preservar el contrato actual, especialmente si más trabajadores que fueron apáticos o tuvieron miedo de votar se presentaran esta ocasión, dijo el académico experto en temas laborales Alfonso Bouzas, de la Universidad Nacional Autónoma de México.
“Toda esta nueva oportunidad va a despertar la conciencia y el interés”, dijo Bouzas.
Muchos contratos colectivos en México consisten en acuerdos entre sindicatos y empresas sin la aprobación de los trabajadores, un factor que ha mantenido los salarios mexicanos por hora muy por debajo de los de Estados Unidos.
Ahora se requieren votos de ratificación de esos contratos debido a una reforma laboral de México del 2019, que sustenta el renovado tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá, para garantizar que los trabajadores no estén sujetos a contratos que se firmaron a sus espaldas.
GM no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios, pero ha dicho que respeta los derechos de sus empleados a tomar decisiones sobre la negociación colectiva y que no estuvo involucrado en ninguna presunta violación laboral.