(Foto: AFP)
(Foto: AFP)

El respiro de alivio casi se podía oír en las agencias internacionales de Ginebra con la victoria de en la elección de tras años de ataques sistemáticos de , pero la ansiada luna de miel podría ser corta.

“En general, creo que todo el mundo espera el regreso del gobierno estadounidense con los brazos abiertos”, resume Manfred Elsig, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Berna.

La presidencia de Trump ha dejado magulladuras y heridas abiertas en las organizaciones que otrora apoyaba Estados Unidos y acostumbradas a su liderazgo.

Washington se salió del Consejo de Derechos Humanos, bloqueó hasta el último minuto a la y se retiró de la , de la que Washington fue el principal contribuyente, en medio de la peor pandemia desde hace un siglo.

“Fue un enorme ¡uf! de alivio” entre las organizaciones internacionales, dice un responsable del comercio internacional que pidió el anonimato.

Los expertos esperan que Joe Biden --multilateralista convencido y defensor de las relaciones internacionales-- restablezca rápidamente las relaciones con la comunidad internacional y sus instituciones.

Celebraciones

“Pienso que va a haber una luna de miel”, dice el profesor Elsig, pero podría no durar mucho, advierte.

La idea, repetida hasta la saciedad por Donald Trump durante cuatro años, que Estados Unidos era el tonto de la farsa internacional está muy anclada entre los republicanos.

“Cada paso que dé la administración Biden para volver a integrarse en el mundo y en las instituciones internacionales será visto con un ojo crítico en Washington”, advierte Elsig, sobre todo si Biden no obtiene la mayoría en el Senado.

La OMS tiene razones particulares de alegrase del cambio tras haber sido acusada desde hace meses de ser una marioneta de China y de haber alertado demasiado tarde sobre la pandemia de covid-19.

Joe Biden contradijo a su adversario. “Los estadounidenses están más seguros cuando América se compromete a reforzar la salud en el mundo”, proclamó. Estados Unidos es actualmente el país más afectado por la pandemia, donde está fuera de control, y Trump parece apostar por la vacuna para doblegarla.

“En el primer día de mi presidencia, volveré a la OMS y restauraré nuestro liderazgo en la escena mundial”, prometió el candidato Biden.

La OMS no ha querido hacer ningún comentario pero su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, no escondió su entusiasmo en un tuit: “Estoy impaciente de trabajar con usted y sus equipos. Una crisis como la pandemia de #COVID19 muestra la importancia de la solidaridad mundial para proteger las vidas y los medios de subsistencia”.

En la sede de la OMC, este cambio es muy bienvenido tras los golpes de la administración Trump contra el presupuesto o la parálisis impuesta al mecanismo de solución de conflictos, así como el bloqueo de la candidata finalista para dirigir la institución, que contó con el apoyo de la inmensa mayoría de los miembros.

Espíritu republicano

Aunque la administración de Biden dé la luz verde a la nigeriana Ngozi Okonjo-Iweala, los críticos sobre el mecanismo que permite arbitrar los conflictos comerciales entre países miembros no son sólo de la era Trump, recuerda un responsable del comercio internacional.

“Estas preocupaciones son compartidas por la administración Biden”, explica este responsable que pidió el anonimato.

Manfred Elsig subraya que “10% de las críticas (de Trump) deben tomarse en serio” como la exigencia de reformar la OMS, que comparte Europa.

A corto plazo, Joe Biden estará en una “posición fuerte” para empujar a reformar estas instituciones.

Pero “si el enfoque de Trump se mantiene en el partido republicano, entonces no tendremos apoyo a largo plazo de Estados Unidos y esto es un enorme problema”, advierte.