Los economistas llevan mucho tiempo adorando los mercados de predicción. En el pasado han elogiado la capacidad de adivinación de mediciones de nicho como los mercados electrónicos de Iowa y las bolsas de apuestas dentro de empresas como Ford Motor Co.
Y con estas elecciones presidenciales de 2024, las casas de apuestas en línea han entrado oficialmente a las ligas mayores.
La plataforma Kalshi ofrece por primera vez la posibilidad de apostar en Estados Unidos a los resultados electorales de forma legal. Por su parte, en Polymarket, una bolsa offshore basada en criptomonedas, se han acumulado apuestas por cientos de millones de dólares.
En teoría, significa que estos mercados son más líquidos que nunca. Y, por lo tanto, la conclusión que han estado emitiendo durante el último mes (que Donald Trump es, en un grado u otro, el claro favorito frente a Kamala Harris) debería considerarse más reveladora que algunos fallos notables de los últimos años, como el referéndum del Brexit y las elecciones presidenciales de 2016. De nuevo, en teoría.
Sin embargo, incluso algunos partidarios de estas plataformas temen que se esté depositando demasiada fe en sus virtudes proféticas, en particular en el bando de Trump y en Wall Street.
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“Estoy un poco preocupado”, dijo Rajiv Sethi, economista de la Universidad de Columbia, quien apoyó a Kalshi en su batalla para anular una prohibición sobre el uso de derivados para apostar en las elecciones.
Por mucho que hayan crecido mercados como Polymarket, dijo, siguen siendo lugares donde un puñado de inversionistas con mucho dinero pueden hacer grandes apuestas y distorsionar las probabilidades, en este caso a favor de Trump. “No hay ninguna razón por la que el precio que surja de su actividad entre ellos vaya a generar un pronóstico exacto”, dijo Sethi.
En los últimos días, las posibilidades de Harris han aumentado en los mercados de apuestas luego que algunas encuestas publicadas durante el fin de semana indicaran que acortaba distancia. En particular, ha superado a Trump en PredictIt, un mercado organizado por una universidad de Nueva Zelanda.
La opinión predominante en Wall Street es que los mercados de predicción tienen ventaja sobre las encuestas porque los participantes están económicamente motivados para incorporar más rápidamente cada gota de nueva información.
Entre un único modelo de predicción y la sabiduría de una multitud que ha digerido toda esa información, “me quedo con esa mayor agregación de personas”, dijo Eric Zitzewitz, profesor de economía en Dartmouth College. “La gente tiene incentivos bastante fuertes para hacer un análisis cuidadoso”.
Ha habido algunas pruebas de ello este año. Las probabilidades de Harris se dispararon tras el desastroso debate de Biden, cuando los encuestadores ni siquiera prestaban atención a su posible candidatura. En las últimas semanas, los modelos de previsión basados en encuestas como los de Nate Silver o FiveThirtyEight buscaban simplemente ponerse al día con las mayores probabilidades de Trump en las apuestas.
Pero los avances de Harris durante el fin de semana ahora están suscitando un debate sobre si los mayores sitios de apuestas estaban demasiado sesgados a favor de Trump, ya sea por una mentalidad de rebaño o incluso por una supuesta manipulación.
Polymarket, en particular, ha sido objeto de escrutinio. Ello se debe, en parte, a que las operaciones en la plataforma se realizan con criptomonedas, un sector al que Trump ha expresado su apoyo. Además, está prohibido operar en Polymarket dentro de Estados Unidos, aunque algunos estadounidenses han encontrado formas de acceder a la plataforma.
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Hace dos semanas, Polymarket reveló que un ciudadano francés apostó más de US$ 45 millones que Trump ganaría, empujando las probabilidades de una victoria del expresidente al 66%. Investigadores de Chaos Labs también han encontrado otros supuestos fallos, como que el mercado electoral de la plataforma muestra indicios del llamado ‘wash trading’, que es cuando los usuarios compran y venden acciones rápidamente para crear una falsa impresión de gran volumen y profunda liquidez en el mercado.
“Como señalan los propios investigadores, el hecho de que un único operador tome posiciones en ambos lados de un mercado no es exclusivo de Polymarket y no es problemático en sí mismo”, dijo un representante de Polymarket por correo electrónico.
“Lo que hace único a Polymarket es que, a diferencia de los mercados financieros tradicionales, todas las transacciones de su plataforma son transparentes y están a disposición del público, incluidos los investigadores. Las condiciones de uso de Polymarket prohíben expresamente la manipulación del mercado. Nos esforzamos por ofrecer a los usuarios el análisis más justo posible y nuestra transparencia permite que el mercado decida”.
El efecto de una gran inversión no es nada nuevo en los mercados electorales. En 2012, un especulador pro-Mitt Romney impulsó las probabilidades del republicano en un sitio web, incluso cuando su impulso evidentemente se desvaneció.
La investigación académica ha demostrado en general que incluso los pequeños mercados que apuestan por todo, desde acontecimientos geopolíticos a la taquilla de películas, pueden ser bastante precisos. En el caso de las elecciones, sin embargo, hay muchas discrepancias sobre si los mercados de predicción son mejores que los modelos que utilizan datos históricos para convertir los resultados de las encuestas en probabilidades del resultado.
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Un trabajo de 2012 concluyó que los mercados de apuestas dejaron de tener mucho valor añadido tras la introducción de los sondeos. En las elecciones de 2020 y 2022, Sethi descubrió que utilizar pronósticos de modelos para apostar en mercados de predicción era rentable, aunque subraya que esos resultados fueron muy ajustados.
El escrutinio al que se enfrentan ahora las apuestas electorales plantea incluso la cuestión de si sus probabilidades se han vuelto de algún modo menos reveladores en un mercado más activo que nunca.
Antes de Kalshi, las apuestas electorales se realizaban sobre todo en plataformas extranjeras como la británica Betfair o en centros académicos como PredictIt, que limita el número de usuarios en cada contrato a 5,000 y el tamaño de las posiciones a US$ 850.
De hecho, PredictIt podría ser más fiable porque no se deja influir fácilmente por las grandes apuestas, dice Sethi. El viernes, las probabilidades de Harris en esa plataforma superaron a las de Trump por primera vez en aproximadamente un mes.
En el mercado bursátil, una gran apuesta unidireccional aún puede mover los precios, pero con suficientes operaciones ese efecto debería desvanecerse si no está respaldado por fundamentos. Sin embargo, como puede atestiguar cualquiera que trabaje en Wall Street, ese proceso puede llevar tiempo.
“Es difícil saber qué hacer con la información del mercado de apuestas”, afirma Andrew Gelman, profesor de estadística y política en Columbia que trabajó en el modelo de previsión electoral de The Economist. “Sería ingenuo pensar que el hecho de que alguien apueste significa que va a tener más información. La gente hace malas inversiones todo el tiempo”.
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