El Producto Bruto Interno (PBI) de Estados Unidos se contrajo algo menos de lo inicialmente anunciado en el segundo trimestre, un 0.6% en tasa anualizada, pero sigue declinando, amenazando con llevar a la mayor economía del mundo a la recesión.
La segunda estimación del Departamento de Comercio divulgada el jueves es superior en 0.3 puntos porcentuales a la primera estimación (-0.9%) anunciada a finales de julio. Ya en el primer trimestre, el PBI había caído un 1.6%.
La definición comúnmente aceptada de una recesión es de dos trimestres consecutivos de disminución del PBI, pero muchos economistas, así como la administración del presidente Joe Biden, argumentan que la economía estadounidense no está necesariamente en recesión.
Argumentan que existen otros indicadores más favorables, como el mercado laboral, que sigue siendo dinámico.
El Departamento de Comercio señala en su informe que la diferencia entre la primera y la segunda estimación se relaciona principalmente con el hecho de que el gasto de los consumidores (+1.5%) fue mejor de lo estimado inicialmente y que los inventarios pesaron menos de lo previsto.
El gasto de las autoridades estatales y locales también fue más alto de lo estimado originalmente.
Estados Unidos privilegia la medición del PBI a una tasa anualizada, que se compara con el trimestre anterior y luego proyecta la evolución durante todo el año.
Otras economías avanzadas simplemente comparan simplemente con el trimestre anterior.