Según un informe de las Naciones Unidas, la deuda pública mundial alcanzó la cifra récord de 92 billones de dólares en 2022, debido al endeudamiento de los gobiernos para hacer frente a crisis como la pandemia del COVID-19, y que son los países en desarrollo son los que más están sufriendo la carga.
La deuda interna y externa mundial se ha multiplicado por más de cinco en las dos últimas décadas, superando la tasa de crecimiento económico, ya que el producto bruto interior (PBI) sólo se ha triplicado desde 2002, según el informe del miércoles, publicado en vísperas de la reunión de ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales del G20, que se celebrará del 14 al 18 de julio.
Los países en desarrollo deben casi el 30% de la deuda pública mundial, de la que el 70% corresponde a China, India y Brasil. Cincuenta y nueve países en desarrollo se enfrentan a un ratio deuda/PBI superior al 60%, un umbral que indica altos niveles de endeudamiento.
“La deuda se ha ido traduciendo en una carga sustancial para los países en desarrollo debido al acceso limitado a la financiación, el aumento de los costos de los préstamos, las devaluaciones monetarias y la atonía del crecimiento”, añade el informe de la ONU.
LEA TAMBIÉN: Posible punto de inflexión de los tipos de cambio en Latam, ¿cómo le irá al Perú?
Además, la arquitectura financiera internacional hace que el acceso de los países en desarrollo a la financiación sea inadecuado y caro, según la ONU, que señala que los pagos netos de intereses de la deuda superan el 10% de los ingresos en 50 economías emergentes del mundo.
“En África, la cantidad destinada al pago de intereses es superior al gasto en educación o sanidad”, según el informe, con 3,300 millones de personas viviendo en países que gastan más en el pago de intereses de la deuda que en salud o educación.
“Los países se enfrentan a la disyuntiva imposible de pagar su deuda o servir a su población”.
Los acreedores privados, como tenedores de bonos y bancos, representan el 62% del total de la deuda pública externa de los países en desarrollo.
En África, esta participación de los acreedores creció del 30% en 2010 al 44% en 2021, mientras que América Latina tiene la mayor proporción de acreedores privados en posesión de deuda pública externa de todas las regiones, con un 74%.
LEA TAMBIÉN: Una alerta que no puede pasarse por alto
Las Naciones Unidas señalaron que los prestamistas multilaterales deberían ampliar su financiación, con medidas como la suspensión temporal de los recargos del Fondo Monetario Internacional (FMI) -comisiones que se cobran a los prestatarios que usan regularmente sus líneas de crédito- y un mayor acceso a la financiación para los países con problemas de deuda.
También es necesario un mecanismo de renegociación de la deuda “para hacer frente a la lentitud del Marco Común del G20″, dijeron los autores, sin dar más detalles sobre cómo debería funcionar ese mecanismo.
El marco de tratamiento de la deuda fue adoptado por el Grupo de las 20 principales economías y acreedores oficiales en octubre de 2020, y tiene como objetivo incluir en el alivio de la deuda a los países no miembros del grupo.
Fuente: Reuters
LEA TAMBIÉN: Deuda corporativa global alcanza un nuevo récord