Las demandas de asilo en los países de la OCDE se dispararon el pasado año un 91% respecto a 2021 hasta alcanzar una cifra récord de 2′091,385 personas, que se explica sobre todo por una afluencia masiva de refugiados latinoamericanos a Estados Unidos, pero también a Costa Rica, México o España.
En su informe anual sobre migraciones internacionales publicado este lunes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) señala que aun estableciendo la comparación con 2019, el último año antes del COVID que interrumpió muchos de esos flujos, el incremento es del 62%.
Estados Unidos explica en gran medida esa evolución, ya que las 730,400 demandas de asilo que recibió el pasado año no sólo casi cuadruplican las 188,860 del ejercicio anterior, y son 2.4 veces superiores a las de 2019, sino que suman prácticamente las de los cinco siguientes países juntos.
Más del 40% de las demandas formalizadas en Estados Unidos las hicieron cubanos (157,000) y venezolanos (139,000), cuyo número en un año se multiplicó por 12 en el caso de los primeros y por 5 en el de los segundos.
Cubanos que llegan a EE.UU. a través de Nicaragua
Las llegadas de cubanos fueron las más elevadas en décadas y muchos de ellos alcanzaron el territorio estadounidense después de haber pasado por Nicaragua, donde desde 2021 ya no se exige visado a los ciudadanos de la isla caribeña.
A continuación, las principales nacionalidades de los demandantes de asilo en Estados Unidos fueron la hondureña, haitiana, guatemalteca, nicaragüense y colombiana, con cifras que oscilan para cada una de ellas entre los 43,000 y los 32,000. Los nicaragüenses fueron en 2022 seis veces más que el año anterior.
Aunque con un volumen menor, los afganos pasaron de ser unos pocos cientos en 2021 a 25,000 en 2022 tras el retorno al poder de los taliban.
El segundo país en el que hubo más demandas de asilo fue Alemania, con 217,775, un 47% por encima de las de 2021 y un 53% más que en 2019. Fueron principalmente sirios, afganos y turcos.
En Francia, con 137,605, quienes más pidieron acogerse al estatuto de refugiados fueron afganos, bangladesíes y turcos.
Costa Rica y México ocuparon la cuarta y quinta posición respectivamente, y como en el caso de Estados Unidos, por los flujos procedentes de otros países latinoamericanos.
Para Costa Rica, con 129,480 y un aumento del 19% en un año y del 119% desde 2019, fueron sobre todo nicaragüenses, venezolanos y colombianos.
Costa Rica, la mayor tasa de demandantes de asilo
Se da la circunstancia de que Costa Rica es el país de todos los de la OCDE que más demandas de asilo tuvo en términos relativos, con 25,059 por cada millón de habitantes, a enorme distancia del segundo, Austria con 11,851, por no hablar si se compara con la media, de 1,519 por cada millón en el conjunto del conocido como el “club del mundo desarrollado”.
México tuvo el pasado año 118,735 solicitudes, que representan un 10% menos que en 2021, pero un 69% más que en 2019, y vinieron en particular de hondureños, cubanos y haitianos.
En España, las 116,150 demandas supusieron un alza del 87% respecto al año anterior y del 1% comparadas con 2019. Llegaron principalmente de venezolanos, colombianos y peruanos.
En el conjunto de la OCDE, los venezolanos fueron en 2022 la primera nacionalidad entre los demandantes de asilo (221,000), seguidos de los cubanos (180,000) afganos (170,000), nicaragüenses (165,000) y sirios (126,000).
El número de venezolanos se triplicó en un año y los cubanos pasaron del puesto décimo segundo al segundo. También se triplicaron respecto a 2021 la cifra de colombianos (88,000) y turcos (72,000).
Con las tendencias de estos últimos meses, la OCDE anticipa que las demandas de asilo van a alcanzar este año en la Unión Europea un nuevo récord, por encima del techo histórico alcanzado en 2015-2016.
Y a partir de las demandas del pasado año, también presume que las concesiones de títulos de refugiados estará en máximos.
España, cuarto país receptor de inmigrantes
España se convirtió en 2022 en el cuarto país de la OCDE que más inmigrantes permanentes legales recibió, sólo por detrás de Estados Unidos, Alemania y Reino Unido, y eso en un año en que esas entradas en el “club del mundo desarrollado” alcanzaron niveles sin precedentes.
En su informe anual sobre migraciones internacionales publicado este lunes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) indica que el pasado año llegaron a sus países miembros 6.1 millones de inmigrantes legales, un 26% más que en 2021 y un 14% más que en 2019, el último ejercicio antes del parón del COVID.
El fin de muchas restricciones que estuvieron en vigor por la pandemia explica el salto que se produjo en 2022 respecto al año precedente, pero el factor esencial es el tirón de los títulos de asilo que se concedieron, y también las entradas de trabajadores por unas necesidades de mano de obra inéditas.
En una quincena de esos países, como España, Francia, Reino Unido, Canadá, Bélgica, Países Bajos, Finlandia o Suiza, se alcanzaron cifras que no se habían visto al menos en los tres últimos lustros.
Sin sorpresas, Estados Unidos fue el que más inmigrantes acogió, 1,048 millones (es el que tiene la mayor población con diferencia), con un alza del 25.5% en un año (+1.7% desde 2019).
Le siguió Alemania, con 641,100 y un incremento del 20.6% (+3.3% desde 2019) y el Reino Unido con 521,200 y un aumento del 35.1% (+37.9% desde 2019), que se debe en buena medida al efecto del Brexit, que había llevado a muchos europeos residentes allí a volver a sus países y generó un enorme déficit en mano de obra que todavía no se ha cubierto.
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