El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, comenzará este jueves una gira por Oriente Medio que llega en medio de temores de que el conflicto entre Israel y el grupo islamista palestino Hamás se intensifique, provocando un conflicto regional.
Esta será su cuarta visita a la región y la quinta a Israel, excluyendo una realizada en octubre junto al presidente estadounidense, Joe Biden, desde que Hamás llevara a cabo su ataque el 7 de octubre, al que siguió una intensa ofensiva israelí en la Franja de Gaza.
Blinken tiene previsto salir de Washington este jueves por la noche y su viaje incluirá dos paradas en Europa, según especificó a la prensa en una conferencia de prensa el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
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En total, a lo largo de la próxima semana irá a Turquía, Grecia, Jordania, Catar, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Israel, Cisjordania y Egipto.
“No esperamos que todas las conversaciones en este viaje sean fáciles. Obviamente, la región afronta cuestiones y decisiones difíciles, pero el secretario cree que es responsabilidad de Estados Unidos liderar los esfuerzos diplomáticos para abordar esos desafíos”, dijo Miller.
Blinken enfatizará que es “imperativo (...) ampliar y mantener el acceso seguro para que las organizaciones humanitarias entreguen alimentos, agua y medicinas, así como para que los bienes comerciales lleguen a todas las áreas de Gaza”.
En sus encuentros con funcionarios israelíes abordará los esfuerzos de ese Ejecutivo para garantizar que el 7 de octubre no vuelve a repetirse, incluidos los planes de transición hacia la siguiente fase de las operaciones y los pasos que pueden darse para proteger mejor a los civiles y ver “cómo permitir que los palestinos regresen a sus hogares y barrios a medida que se reducen los combates”.
La puesta en libertad de los rehenes que todavía están en manos de Hamás será otro de los puntos de su agenda, así como la manera en que los distintos actores de la región pueden usar su influencia para evitar una escalada del conflicto.
“No le interesa a nadie, ni a Israel, ni a la región ni al mundo que se extienda más allá de Gaza”, dijo el portavoz.
El viaje tiene lugar justo después de dos acontecimientos significativos en la región: el miércoles, 84 personas perdieron la vida en un ataque terrorista en la ciudad de Kerman (Irán), donde miles de personas participaban en la ceremonia de conmemoración del asesinato en 2020 del teniente general Qassem Soleimani, ordenado por el expresidente de los EE.UU, Donald Trump.
A este suceso se suma que el martes, un dron acabó con la vida del número dos de la oficina política del grupo islamista palestino Hamás, Saleh al Arouri, en un ataque atribuido a Israel, aunque este país no suele confirmar ni desmentir este tipo de acciones.
El asesinato de Arouri en Beirut ha aumentado el temor de que la situación entre Israel y Líbano escale hacia una guerra abierta.
Hamás ha prometido responder y el líder de Hizbulá, Hassan Nasralah, también afirmó ayer en un discurso televisado que su formación “luchará sin límites” si Israel declara la guerra a Líbano.
Por ahora la situación en la frontera libanesa-israelí se mantiene en un nivel de confrontación relativamente similar al de las últimas semanas con Hizbulá enzarzado en un intenso fuego cruzado con las fuerzas israelíes desde su lado de la frontera, algo que comenzó tras el inicio de la guerra entre Israel y Hamás.
El ataque de Hamás, que dio inicio a la guerra, provocó 1.200 muertos del lado israelí. La ofensiva militar con la que respondió Israel se ha cobrado más de 22.438 muertos en Gaza, de los que el 70% son mujeres y niños, según el ministerio de Sanidad de la Franja.
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