Algunos argentinos amanecieron el lunes aliviados por el triunfo del ultraliberal Javier Milei en el balotaje presidencial, otros expresaron preocupación por algunas de sus propuestas radicales, pero casi todos los consultados expresaron incertidumbre en momentos de una severa crisis económica.
Milei derrotó al ministro de Economía Sergio Massa, con casi el 56% de los votos frente al 44.3% del candidato oficialista, en un contexto de malestar generalizado por una inflación cercana al 150% y una pobreza del 40%.
“Yo estoy muy feliz y me alegra que la Argentina no esté perdida en el populismo barato de Massa y todo ese progresismo asqueroso que ya no va”, dijo a Reuters Televisión Leandro Boses, un guardia de seguridad privada de 31 años.
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El triunfo de Milei, un economista recién llegado a la política de estilo agresivo que propone cerrar el banco central y dolarizar la economía, muestra la elección de los ciudadanos de una propuesta nueva y un fuerte rechazo al Gobierno peronista, al que culpan de la debacle de la economía.
“Entre los dos, yo creo que la mejor opción era él (Milei). A mí no me gustaba Massa, ya que siendo el ministro de Economía y ya estando en el poder, estaba haciendo las cosas mal y no podía generar un cambio y Milei que está afuera te convencía un poco más”, dijo Mauro Rivero, un mozo de 21 años.
Pero otros argentinos expresaron su preocupación ante disruptivas propuestas de Milei como la privatización de firmas del Estado, la reforma de los sistemas de salud y educación, su negación del cambio climático, sus críticas al aborto legal y sus ataques a socios comerciales como Brasil y China.
El próximo Gobierno enfrentará graves obstáculos para impulsar sus medidas porque no cuenta con gobernadores ni alcaldes regionales, lo que limita su poder en las provincias, donde se encuentran las reservas de litio, cobre y petróleo.
Además, en el Congreso, La Libertad Avanza, el partido fundado por Milei, solo tiene siete escaños de 72 en el Senado y 38 de 257 en la Cámara de Diputados, lo que le dificultaría aprobar reformas.
Milei, que había obtenido menos de un tercio de los votos en la primera vuelta electoral, recibió un impulso con el apoyo de los conservadores, especialmente del expresidente Mauricio Macri y de Patricia Bullrich, quien quedó tercera en las elecciones generales.
“La verdad es que es una gran incógnita. Yo personalmente no lo voté, sentía que era como un salto al vacío. Dios quiera que nos sorprenda, pero a mí me da un poco de miedo Macri que está detrás de él. Esperemos que la gente no se haya equivocado pero, bueno, hay que respetar lo que decidió la mayoría”, dijo Guillermo Toledo, un profesor universitario de 51 años.
Fuente: Reuters.
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