“Hay consenso de que hoy Argentina no puede pagar nada, no sólo ahora sino durante ciertos años. Hay consenso de que debe haber una reducción fuerte de la carga de la deuda”, dijo el ministro de Economía, Martín Guzmán. (Foto: EFE)
“Hay consenso de que hoy Argentina no puede pagar nada, no sólo ahora sino durante ciertos años. Hay consenso de que debe haber una reducción fuerte de la carga de la deuda”, dijo el ministro de Economía, Martín Guzmán. (Foto: EFE)

Argentina propuso a los acreedores de su deuda externa una quita del 62% de interés y un período de gracia de tres años hasta el 2023.

Los bonistas tendrán 20 días para aceptar. De lo contrario, el país sudamericano se declarará en cesación de pagos, la segunda en 20 años.

Hay consenso de que hoy no puede pagar nada, no sólo ahora sino durante ciertos años. Hay consenso de que debe haber una reducción fuerte de la carga de la deuda”, dijo el ministro de Economía, Martín Guzmán, quien abrió la exposición secundado por el presidente , la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y gobernadores de distintas fuerzas políticas.

La tercera economía de busca reestructurar bonos emitidos bajo la ley extranjera por unos US$ 70,000 millones.

El plan consiste en una reducción en el pago de intereses de 62% equivalente a US$ 37,900 millones y una reducción de capital de 5.4% por US$ 3,600 millones. La oferta contempla un período de gracia de tres años para empezar a pagar en el 2023 con una tasa de interés de 0.5% que irá creciendo hasta un nivel sostenible.

Es lo que Argentina puede cumplir. No estamos firmando cheques en blanco ni papeles que no vamos a poder cumplir”, advirtió el presidente Fernández.

Los bonistas tienen un plazo de 20 días para aceptar la oferta, detalló Guzmán. “Es un período suficiente para que los acreedores puedan tomar decisiones y va a haber gente jugando muy fuerte, hay muchos intereses en juego”.

Pasado ese plazo y si la oferta no tiene aceptación, Argentina entrará en cesación de pagos, una más en su larga historia de incumplimientos financieros. La última fue en el 2001 en pleno estallido social.

El anuncio se produce con el país bajo una cuarentena obligatoria debido a la pandemia de Covid-19 que ha empeorado todas sus variables económicas.

Profundizó la recesión, aceleró la inflación -que en marzo fue de 3.3%- y se deterioró la situación de 35.5% de la población que estaba en la pobreza antes de la aparición de la enfermedad.

Es decisión nuestra que el pago de la deuda no suponga más postergaciones para Argentina. También nos propusimos ser serios, no aprovechar siquiera la coyuntura del coronavirus que ha dado vuelta la economía del mundo para dilatar la solución de este problema”, acotó el presidente.

En simultáneo con este proceso, Argentina negocia con el la devolución de un préstamo de US$ 44,000 millones que desembolsó entre el 2018 y 2019.

Continuaremos trabajando de forma constructiva, como viene ocurriendo, para tener un nuevo programa que implique que Argentina no tenga que hacer desembolsos de pago de capital adeudado (al FMI) en los próximos tres años”, detalló Guzmán.