Los principales índices de la bolsa de Nueva York rompieron récord en los últimos días, en medio de la euforia de los inversionistas de esa plaza, que avistan un segundo año favorable para sus caudales.
A los máximos del índice tecnológico Nasdaq se añadieron la semana pasada el pico del S&P 500, y ayer le tocó el turno al Dow Jones, que rompió la barrera de los 38,000 puntos.
La difundida idea de que el banco central de EE.UU. (Fed) bajará su tasa de interés al menos seis veces este año, lo que favorecería a los mercados de acciones pues un menor costo financiero para las empresas aumentaría sus márgenes de ganancia, así como la perspectiva de que la economía de ese país esquivará una recesión y solo se ralentizará, elevaron el apetito por las inversiones en bolsa.
Las reverberaciones de los hitos bursátiles neoyorquinos llegan al mercado local, en el que los inversionistas, al igual que sus pares estadounidenses, se preguntan si son la base sobre la que se afirman perspectivas de más ganancias en acciones o el preludio de un avance de Wall Street a partir de ahora más acotado, e incluso la zona ámbar para descensos futuros.
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¿Qué impulsó a la bolsa de Nueva York?
El año pasado fue resonante para la mayor bolsa del globo, pues el S&P 500 subió 26.3% y el Nasdaq, 55%, catapultados ambos por la trepada de las acciones de empresas tecnológicas, a su vez impulsadas por la irrupción de la inteligencia artificial generativa en el 2023.
Estas aceleradas alzas refuerzan los argumentos de analistas que consideran que las acciones de EE.UU. ahora están caras, por lo que se asienta la incertidumbre sobre su curso en el 2024.
Tal es la perspectiva de Fernando García, gerente de portafolio de Kubus Kapital, quien detalla que prevalece entre los inversionistas la percepción de que la inflación en EE.UU. ya no es un problema y que su economía está en franco soft landing (desaceleración) sin recesión a la vista, escenario propicio para las acciones.
Sin embargo, las expectativas de contratación de trabajadores en ese país están cayendo rápidamente, por lo que en dos o tres meses habría una contracción severa del empleo que afectará la demanda y, por tanto, los resultados de las empresas estadounidenses, advierte.
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¿Puede caer la bolsa de Nueva York en el corto plazo?
“Las expectativas de utilidades de las empresas en EE.UU. que están siendo incorporadas en los precios de las acciones no parecerían razonables. Puede haber una sacudida en ese mercado, quizás una caída de 10%, pese a que desde octubre hay un sentimiento bull market (alcista). No sería momento de comprar acciones, porque estaría caro ese mercado”, sostiene.
“El consenso está esperando una caída del S&P 500″, señala y estima que los gestores de inversión, como fondos mutuos y de pensiones, entre otros institucionales, optarán por mantener pero no incrementar sus posiciones (tenencias) de acciones, sesgo que también seguirán los minoristas (pequeños inversionistas).
Esta prudencia, luego de que la bolsa de Nueva York alcanzara máximos históricos, seguirá por lo que dure la corrección (retroceso de los precios de acciones), dice García. “Esa cautela, a su vez, acentuará la caída”, añade.
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¿Por qué los inversionistas deben mantener acciones de EE.UU. en sus portafolios a largo plazo?
No obstante, es muy importante para los inversionistas mantener acciones de EE.UU. en su cartera a largo plazo, afirma Marco Contreras, jefe de análisis de Kallpa SAB.
El mercado neoyorquino ha anotado máximos luego de dos años, pero recién se recupera de las pérdidas que acumuló en ese periodo, por lo que su repunte no implica una burbuja, asevera.
En el 2000, en la crisis puntocom, el PER (que refleja cuantas veces la ganancia por acción están comprendidas en su precio) era de 30, pero ahora está en 22, argumenta.
Desde esa perspectiva, indica que los inversionistas locales mantendrán en cartera sus acciones de EE.UU., “aunque con riesgos hacia adelante”.
“Puede haber algo de cautela que es de corto plazo, pero normalmente (los inversionistas institucionales y gestores de fondos) mantienen las posiciones en acciones. Solo si hubiera algo catastrófico que justifique salir, reducirían sus posiciones en este mercado”, enfatiza.
En cuanto a los inversionistas que hoy no tienen acciones estadounidenses, Contreras menciona que un momento adecuado para ingresar a ese mercado sería cuando retroceda entre 5% y 10% desde su niveles actuales.
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