La producción de lácteos sigue en cuidados intensivos al no superar el momento crítico por el que pasa. Sin embargo, la venta ha logrado dar un respiro con la recuperación de algunas actividades económicas como el transporte interprovincial, lo que ha permitido sumar colocaciones en los últimos meses.
Así informó, Clímaco Cárdenas, presidente de la Asociación de Ganaderos Lecheros del Perú (Agalep), quien detalló que, tras siete meses de pandemia, el sector viene atravesando por una ligera recuperación en cuanto a ventas. No obstante, la producción sigue deprimida por las dificultades generadas por la pandemia del COVID-19.
“Hay una ligera recuperación en las zonas más afectadas, que son las más alejadas del país. El regreso del transporte de pasajeros interprovincial está mejorando la situación. Aunque, los precios del flete siguen siendo elevados, así como los insumos y pastillas para hacer el corte de los quesos. Pero ya no tenemos productores que no puedan desplazar sus productos”, dijo a Gestión.pe.
Las regiones de Puno, Ayacucho, Amazonas, Junín, Pasco y una parte de Cajamarca han logrado recuperar ciertos niveles. Cárdenas afirma que ello se debe al propio esfuerzo del pequeño productor, que ha encontrado la manera de distribuir sus productos.
A fin de no echar a perder los litros de leche producidos, los ganaderos han optado por producir mayor cantidad de quesos. Sin embargo, su producción cayó en 30%, por el cierre de plantas artesanales. A pesar de ello, este lácteo es uno de los productos más apreciados por los consumidores y de los más colocados en los últimos meses.
“En la colocación del producto final, hemos mejorado entre un 10% y 12% a pesar del cierre de las plantas que hemos tenido”, explica Cárdenas.
Producción
El cierre de plantas fue una de las consecuencias del golpe económico que tuvo el sector. Hasta julio se había registrado que el 40% tuvo que cerrar porque los propietarios necesitaban capital y nuevas oportunidades de negocio. Esta situación se dejó de realizar.
“Se ha cerrado lo necesario y hemos empezado a vivir un proceso natural de reactivación, empezar a colocar lo poco de producción que quedaba para salvar el sector, sino estaríamos sufriendo un mayor golpe”, explica.
Este ajuste fue necesario de realizar, asegura, a fin de que los ganaderos dejen de seguir perdiendo dinero. La falta de incentivo por parte del Fondo Agrícola Empresarial (FAE-Agro), también se ha sentido en este segmento.
“Va a haber una afectación en la producción lechera nacional, como sucede con la carne. En cinco o seis meses habrá mucha menos producción. Este problema no solo será para los lecheros, sino para la agricultura”, advierte el representante.
Considera que habrá una baja en la producción láctea de más del 10% por la situación en la que se encuentran. “No ha llegado todavía ningún apoyo de reactivación para el sector. Ello genera molestia porque no hemos obtenido el FAE-Agro desde el 8 de julio. Una medida tan importante no ha sido oportuna. Hasta ahora no se coloca ningún crédito”, argumenta el presidente de Agalep.
Precisa que siguen resistiendo la crisis económica con lo que producen en el campo, a pesar de haber tenido que sacrificar vacas para vender su carne, es decir su capital y cerrado plantas para elaboración de quesos.
Proyecciones
El plazo de mejora no es optimista. Cárdenas proyecta que debido a la difícil situación ganadera el año 2023 podría empezar a recuperarse.
“No es un tema de disposición, demorará porque las vacas fueron vendidas al camal para que el propietario tenga capital. Estamos produciendo menos y si no tienes mercado, no te conviene producir. En lo que hemos mejorado es en la colocación de queso, pero los precios no han mejorado”, concluye.