“Se proyecta que el crecimiento del PBI será del 3.1% en 2024, antes de moderarse al 2.8% en 2025 y al 2.6% en 2026. El crecimiento será impulsado por el consumo privado, respaldado por una menor inflación, retiros de fondos de pensiones y una recuperación del empleo”, así resume la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) el panorama para Perú para este y los próximos años. Pero, esto no es lo único que vislumbra para la economía nacional.
En su reciente informe, la OCDE subraya que si bien se prevé que la inversión privada se recupere moderadamente, la actual incertidumbre política puede frenar su ritmo. Además, las exportaciones se beneficiarán de una demanda global sostenida y la inflación se mantendrá cerca del rango meta del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP). “Sin embargo, persisten riesgos importantes debido a las incertidumbres geopolíticas y de política interna”, apuntó.
Puestos de trabajo: El empleo ha superado los niveles de 2023, pero el desempleo ha aumentado ligeramente debido a una mayor participación de la fuerza laboral. “La informalidad ha disminuido modestamente, pero aún representa más del 70% del empleo, lo que sugiere un acceso limitado a oportunidades laborales formales”, detalló.
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Una mirada a la parte fiscal de Perú
La OCDE menciona que las proyecciones suponen una postura fiscal expansiva en 2024, y “se espera que el Gobierno supere la meta fiscal del 2.8% del PBI, debido a la caída de ingresos y al aumento del gasto público”.
Hay que recordar que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) se vio obligado a modificar las reglas fiscales, ajustando el “techo” del déficit fiscal para este año de 2.4% a 2.8% del PBI. Y, aunque los ajustes también se dieron para los siguientes años, se esperaría una reducción. Sin embargo, esto hoy parece una tarea titánica, tomando en cuenta que hasta ahora se mantiene en 4% del PBI.
“Está prevista una consolidación fiscal para 2025-2026, con el objetivo de reducir el déficit fiscal al 2.2% del PBI en 2025 y al 1.8% en 2026. Sin embargo, alcanzar el objetivo de déficit para 2025 será un desafío, ya que requiere importantes recortes del gasto y la realización de objetivos inciertos como ingresos provenientes de recuperaciones de litigios”, indica OCDE.
Agrega que hay presiones fiscales adicionales como la reciente aprobada reforma de pensiones “con fondos insuficientes” y un posible apoyo financiero a Petroperú, la compañía petrolera estatal.
“En el corto plazo, reducir los gastos tributarios innecesarios y controlar el gasto recurrente antes de las elecciones de 2026 podría fortalecer la credibilidad de las políticas, respaldar el cumplimiento de la regla fiscal y ayudar a estabilizar la deuda pública en torno al objetivo del 30%. El BCRP ha reducido las tasas de política en 275 puntos básicos desde 2023, y se anticipan nuevos recortes. Se supone que las tasas disminuirán al 4.5% a principios de 2025, después de lo cual se espera que se estabilicen”, destaca.
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Mejorar la eficiencia del gasto público y los ingresos tributarios
Para garantizar la sostenibilidad fiscal y satisfacer las crecientes demandas de desarrollo social y de infraestructura, OCDE considera que se necesita una mayor eficiencia del gasto público y de los ingresos tributarios. ¿De qué manera?
Plantea que la eficiencia del gasto público puede cambiar si mejoran los procesos de adquisiciones y se fortalecen la capacidad de implementación de proyectos, particularmente a nivel subnacional (regiones y municipios).
“Para aumentar los ingresos fiscales será necesario mejorar la administración tributaria, así como reducir la evasión fiscal y las exoneraciones”, resalta.
Añade que se podría reducir los subsidios a los combustibles fósiles e implementar un impuesto al carbono puede alentar un cambio hacia fuentes de energía limpias y atraer inversiones en tecnologías energéticas sostenibles, incluidas opciones de transporte con bajas emisiones.
Además, fortalecer la gobernanza y fomentar la estabilidad política también son cruciales para impulsar un mayor crecimiento económico.
“Una estrategia integral para promover la formalización -incluida la reducción de los costos laborales no salariales, la simplificación de los esquemas tributarios para las pequeñas empresas, una aplicación legal más estricta y la mejora de la educación y la capacitación vocacional- impulsaría la productividad y la recaudación de impuestos”, subraya.
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El crecimiento de la economía se moderará
Como se mencionó líneas arriba, tras un estimado de crecimiento de 3.1% para este año, se espera que la actividad económica se modere hacia adelante, en parte, porque Perú pasará por un proceso electoral en el 2026. De hecho, OCDE considera que la incertidumbre política podría impedir que la economía alcance su plena capacidad.
Mientras tanto, espera que la inflación se mantenga en torno al objetivo del 2%, lo que beneficiará al consumo privado. A este último indicador también lo empujarán la recuperación del empleo y los retiros de fondos de pensiones aprobados en marzo.
“Una mayor confianza empresarial respaldará el crecimiento de la inversión privada, pero la incertidumbre política la mantendrá moderada”, subraya.
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La parte pública
Para OCDE, la consolidación fiscal limitará el consumo público y la inversión pública en 2025 y 2026. Existen riesgos importantes para estas perspectivas.
Justamente, resalta, la incertidumbre política puede intensificarse en el periodo previo a las elecciones generales de 2026, mientras que el aumento de la inseguridad y la delincuencia podrían obstaculizar el crecimiento económico.
“Los precios más altos del petróleo, impulsados por conflictos geopolíticos, podrían provocar un aumento de las presiones inflacionarias. Una recuperación más lenta en China, el principal socio comercial de Perú, y precios más débiles del cobre podrían perjudicar las exportaciones, los ingresos del Gobierno y la inversión. Además, las frecuentes perturbaciones relacionadas con el clima plantean riesgos de perturbaciones económicas y aumentos de la inflación”, puntualiza.
Editora de Economía y coordinadora de ESG del diario Gestión. Licenciada en Ciencias de la Comunicación. Con casi 10 años de experiencia profesional en el rubro.
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