Como parte de su plan de austeridad, el titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), José Arista, anunció que se realizarán recortes de gastos innecesarios en la administración pública con miras a alcanzar un déficit fiscal de solo el 2% del producto bruto interno (PBI) para este 2024.
Para ello, el ministro del MEF indicó que este miércoles plantearán un Decreto de Urgencia (DU) que dará más luces sobre su iniciativa. “Si uno no está controlado o podando rápidamente los gastos que no son relevantes para el servicio público, comienzan a aumentar y ‘se comen todo el espacio financiero’. Esto siempre hay que podarlo. Podar, podar y podar”, dijo Arista durante el evento Perú Mining Investments Summit, organizado por el Dorado.
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Arista ya había adelantado que la norma de austeridad que impulsará incluye medidas como la limitación en la compra de vehículos nuevos por parte de entidades estatales, salvo excepciones en sectores críticos como el de salud, educación, interior y defensa. También se buscará un control más estricto en el gasto de gasolina y en la contratación de servicios de consultoría.
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Cumplir con la regla fiscal
El reto es grande para el MEF, debido a que el Perú en el 2023 incumplió su “techo” de déficit fiscal con 2.8% del PBI, cuando la meta era de 2.4%. Pese a este desliz, Arista mencionó que este año mantendrán la meta del déficit fiscal del 2% del PBI.
“Nuestro déficit fiscal para el 2024 seguirá con lo que dice la regla, así que se mantendrá en 2%. Las cosas no son tan fáciles para llegar a este resultado, debo ser sincero”, indicó.
Recordemos que el déficit fiscal en enero (últimos 12 meses) fue de 2.7% del PBI, menor en 0.1 puntos porcentuales al registrado a diciembre de 2023, según el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP).
La reducción del déficit fiscal de inicio del año se explica por un mayor nivel de ingresos corrientes del Gobierno general, de 19.7% a 19.8% del PBI, y por un menor nivel de gastos no financieros del Gobierno General, de 20.9% a 20.8% del PBI, a lo que se suma un menor servicio por intereses de la deuda.
Propuesta para reducción de gastos
En conversación con Gestión, Teodoro Crisólogo, economista sénior del Instituto Peruano de Economía (IPE), señaló que sí se requiere un ajuste del gasto público, debido a que se incrementó de forma considerable durante el último año, en el contexto de reactivación económica y atención a la emergencia climática.
Sin embargo, el economista manifestó que lo más importante para alcanzar la meta del déficit este 2024 es consolidar la recuperación de la recaudación, que el año pasado registró una de sus mayores caídas de las últimas tres décadas.
Según cálculos del IPE, dado que la Ley de Presupuesto ha generado significativas presiones sobre las partidas más rígidas del gasto público, los ingresos fiscales tendrían que incrementarse en alrededor de S/ 18,000 millones frente al 2023 para alcanzar la meta de un déficit fiscal de 2% del PBI para el 2024.
Crisólogo mencionó que cumplir ese objetivo requiere de medidas concretas para ampliar la base de contribuyentes haciendo más atractiva la formalización tributaria (probablemente la simplificación de los regímenes especiales para mype pueda contribuir en ese sentido).
“También reducir los altos niveles de evasión e incumplimiento que usualmente se exacerban en entornos de recesión, y también realizar una racionalización de los beneficios tributarios que en el 2024 llegaría a casi S/ 24,000 millones, equivalentes al 12% de la recaudación del 2023. Sobre esto último, una de las principales tareas del MEF será evitar que se sigan aprobando más exoneraciones desde el Congreso”, anotó.
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¿Dónde debe ser el foco para el recorte de gastos?
De acuerdos a cálculos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), más del 70% de las ineficiencias del gasto público en el Perú se concentran en los procesos de compras públicas, lo cual redunda en un desperdicio de recursos que podrían ser aprovechados en otras funciones relevantes del Estado.
A ello se suma también el incremento significativo en las partidas de remuneraciones, que para el 2024 contempla un aumento de casi S/ 10,000 millones, más del doble que el incremento promedio registrado durante la última década.
“No se trata de recortar salarios a buenos funcionarios públicos, sino evitar que estos aumentos se hagan de forma desproporcionada, beneficiando a personas que no cumplen con los requisitos mínimos para cumplir las funciones que les son asignadas, sin una adecuada gestión/monitoreo de sus resultados en la calidad de los servicios públicos”, dijo Crisólogo.