La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) ya puede acceder de forma directa a la información protegida por el secreto bancario, como parte de sus investigaciones para combatir el lavado de activos.
Si bien tal facultad está vigente desde julio del 2022, recién esta semana la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) terminó de regular la forma y el canal para el envío de esta información que deben realizar las entidades financieras a solicitud de la UIF (adscrita a la SBS).
Con la última norma emitida, la UIF podrá levantar el secreto bancario de personas y empresas sospechosas de lavado de dinero en menos 30 días, confirmaron expertos consultados por Gestión.
“Con el establecimiento de las nuevas formas y canales las empresas financieras deben responder la información que se les solicita en un plazo de hasta 30 días hábiles”, señaló Julio Pareja, asociado sénior de Rebaza, Alcázar & De las Casas.
LEA TAMBIÉN: UIF pone la mira en operaciones de crédito mayores a US$ 2,500
Un acceso más rápido a la información
Antes de la reforma constitucional, si la UIF quería acceder al secreto bancario tenía que presentar una solicitud a un juez, que podía aceptar o rechazar el pedido, refirió Pareja. “Además, demoraban mucho sus decisiones, con lo cual podían poner el riesgo las investigaciones de la UIF”, añadió.
Carlos Caro, socio fundador de Caro & Asociados, indicó que, en teoría, los jueces debían tramitar los pedidos de las UIF en 24 horas, pero en la práctica tardaban varias semanas.
Ahora las solicitudes de levantamiento del secreto bancario serán dirigidas al oficial de cumplimiento de cada institución financiera a través de una plataforma en línea (Portal PLAFT).
Caro precisó que los bancos tienen áreas dedicadas a responder estos pedidos y consideró deseable que lo hagan en menos 30 días. “De lo que se trata es que haya celeridad”, afirmó.
LEA TAMBIÉN: UIF da primer paso para regular empresas que ofrecen criptomonedas
¿Qué información incluye el secreto bancario?
Precisó que el secreto bancario abarca solamente las operaciones pasivas de los clientes, como cuentas corrientes, cuentas de ahorro, cuentas de depósitos a plazo, entre otras.
En particular, la información que estará disponible para la UIF son el tipo y número de cuentas, los titulares de las mismas, los montos y operaciones, fechas y agencias donde se realizaron.
“La idea es que la UIF, dentro de las labores que realiza para la prevención del lavado de activos y financiamiento del terrorismo, pueda identificar de forma adecuada el origen, el transcurso y el destino de fondos que podrían ser considerados sospechosos”, explicó Pareja.
La información del secreto bancario también le sirve a la UIF para descartar casos que investiga por lavado de dinero, dijo Caro. “Con el acceso directo a la información, la UIF va a poder concluir más rápido sus investigaciones”, estimó.
LEA TAMBIÉN: Fiscalía pedirá el levantamiento del secreto bancario de la primera dama