Puede que el bitcóin sea la criptomoneda más popular. Pero los criptoinversionistas harían bien en estar atentos al ether, que superó drásticamente a su primo más volátil en el 2021, una tendencia que podría continuar en el 2022.
El gráfico muestra el bitcóin frente al dólar en una escala logarítmica durante los últimos cinco años, midiendo la aceleración del movimiento de la criptomoneda mientas se tiene en cuenta su volatilidad. Después de alcanzar un máximo a fines del 2017, el bitcóin se ha negociado en gran medida de forma lateral.
La volatilidad ligada a las elecciones presidenciales le dio un impulso, que luego se aceleró cuando los operadores asumieron el riesgo tras la llegada de la primera vacuna para el COVID a principios de noviembre del 2020.
Durante un tiempo, el bitcóin mostró una correlación positiva con el índice S&P 500, los valores de los mercados emergentes e incluso las materias primas como medida de la inflación. Pero entonces, tras obtener un rendimiento del 516% en unos seis meses, su impulso se estancó.
Hoy en día, la criptomoneda experimenta menos oscilaciones bruscas. El escaso volumen del martes, por ejemplo, habría desencadenado tradicionalmente un movimiento importante, pero el bitcóin cayó solo un 6.7%, o menos de dos desviaciones estándar.
En el primer semestre del año, la criptomoneda cruzó ese umbral más de tres veces más que en el segundo semestre, principalmente gracias a las operaciones minoristas y al riesgo regulatorio.
“Muchos operadores obtuvieron ganancias que les cambiaron la vida en el 2021 y han estado esperando para tomar ganancias hasta después del cambio de año para retrasar los pagos de impuestos hasta el 2023″, dijo Sergio Silva, director de ventas de Fireblocks. “Esa es otra fuente de presión de venta que podría convertirse en una cascada de debilidad adicional en enero”.
En este momento, la acción del precio del bitcóin parece estar impulsada más por aspectos técnicos. El promedio móvil de 200 días, por ejemplo, ha brindado soporte en diciembre.
Sin embargo, las ganancias más destacables de este año han estado en el ether, el token de la red Ethereum. Se está beneficiando de la adopción de la tecnología de cadena de bloques por parte de las empresas de tecnología financiera, y quizás más notablemente, de la popularidad de los tokens no fungibles (NFT) en el mundo del arte y de los juegos.
Al medir el rendimiento superior del ether con respecto al bitcóin, considerando la volatilidad, se observa que su valor ha aumentado a niveles vistos por última vez en el verano del 2018.
“No está tan claro para el mundo en general, para la mayoría de las personas, que lo que realmente está sucediendo con el bitcóin, con Ethereum, con todo este conjunto de tecnologías... es realmente una revolución en el desarrollo del software”, dijo el director ejecutivo de Coinlist, Graham Jenkin, en una entrevista de Bloomberg TV.
“La tecnología de la cadena de bloques representa una forma totalmente nueva de construir, distribuir y ejecutar software”, agregó.