Algunos países latinoamericanos siguen en un limbo crediticio: no han caído en default, pero su nivel de riesgo sigue siendo alto debido a los problemas políticos.
Países como Egipto y Pakistán han desbloqueado miles de millones en financiación multilateral en los últimos meses. Otros, desde Sri Lanka hasta Ghana, alcanzaron hitos de reestructuración con sus acreedores. Eso, junto con un mayor apetito por bonos riesgosos en medio de la perspectiva de una caída de las tasas de interés, ha provocado un repunte de la deuda de los mercados emergentes.
El rendimiento adicional promedio que los inversionistas exigen para mantener deuda soberana de grado especulativo del mundo en desarrollo frente a los bonos del Tesoro estadounidense ha caído al nivel más bajo desde noviembre de 2021.
La mejora de las perspectivas ayudó a reducir el número de países al día en el pago de sus bonos cuya deuda se negocia en niveles de riesgo crediticio, de un máximo de 21 en 2022 a solo cinco. Tres de ellos (Argentina, Ecuador y Bolivia) están en América Latina. Aunque sus bonos han generado algunos de los mejores rendimientos a nivel mundial en 2024, siguen teniendo un rendimiento de más de 10 puntos porcentuales sobre los bonos del Tesoro estadounidenses similares, el umbral para ser considerado en nivel de riesgo.
LEA TAMBIÉN: Mohamed El-Erian: mercados acaban de dar un poderoso recordatorio
Una historia de inestabilidad política, mala gestión económica y un historial de impagos mantiene a raya a los inversionistas, según Ramiro Blázquez, jefe de investigación de BancTrust & Co. “Lo que está claro es que el mercado ya no quiere creer en promesas”, dijo Blázquez. “Lo que se pide son hechos y gobernabilidad”.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, —que asumió en noviembre— aumentó los impuestos y prometió un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, un alivio para los inversionistas asustados por el déficit fiscal del país, que casi se triplicó en 2023 con respecto del año anterior. Pero su agenda proempresarial y mano dura contra la delincuencia enfrenta pruebas críticas. El estado de emergencia del país, que ayudó a sofocar la actividad de los cárteles de la cocaína, expira este mes. Y un próximo referéndum sobre políticas podría toparse con una dura oposición, lo que reavivaría la agitación política.
El homólogo argentino de Noboa, Javier Milei, recortó la ayuda federal a los Gobiernos estatales, devaluó la moneda y eliminó los controles de precios en sus primeros meses en el cargo. Ahora está corriendo contra el reloj para aprobar su agenda en el Congreso mientras una inflación de tres dígitos erosiona los salarios y el gasto de los consumidores se desploma.
En Bolivia, una política de tipo de cambio fijo y el desarrollo de recursos minerales liderado por el Estado habían reducido las reservas de efectivo del banco central a solo US$ 166 millones a finales de diciembre.
“Estos son países con un margen de maniobra muy bajo”, dijo Carlos de Sousa, gestor de cartera en Vontobel Asset Management Inc. Si bien, tanto Argentina como Ecuador han tomado las medidas correctas y reducido la necesidad de una reestructuración en 2025 o 2026, “si algo sale mal o hay un shock externo severo, es posible que no logren evitarlo”.
La deuda de estos países, pese a considerarse en dificultades, ha registrado ganancias enormes. Los bonos de Ecuador han tenido un rendimiento del 58%; los de Argentina, del 29%; y los de Bolivia, del 17% desde principios de año, mientras que el rendimiento promedio de sus pares de mercados emergentes según un índice de Bloomberg es apenas de alrededor del 1.8%.
“América Latina puede sentir todo o nada”, dijo Guido Chamorro, codirector de deuda soberana de mercados emergentes en Pictet Asset Management Ltd. “O alcanzas el grado de inversión o corres el riesgo de sufrir una crisis total”.
LEA TAMBIÉN: Colombia lanza nueva oferta de bonos para tantear apetito de inversionistas
Comienza a destacar en el mundo empresarial recibiendo las noticias más exclusivas del día en tu bandeja Aquí. Si aún no tienes una cuenta, Regístrate gratis y sé parte de nuestra comunidad.