Un informe de BloombergNEF titulado ‘Global Copper Outlook 2022-2040′ (Perspectiva mundial del cobre 2022-2040) revela que, en su mejor escenario de producción, donde las minas pueden entregar los proyectos anunciados a tiempo, aún podría haber una escasez de cobre de hasta 6 millones de toneladas.
La ley promedio del mineral para las minas de cobre ha disminuido, lo que ha llevado a un aumento en el costo operativo. Algunos países, donde se extrae cobre, están experimentando presiones sociales y políticas para frenar o nacionalizar la minería. Con la demanda a punto de crecer, es importante que las mineras inviertan en la oferta y trabajen para resolver estos desafíos, señala el reporte.
La aceleración hacia la energía limpia será un impulsor clave del crecimiento de la demanda de cobre durante las próximas dos décadas, particularmente en energía y transporte. El cobre es un metal crucial para la transición energética debido a su conductividad eléctrica y térmica.
Sin embargo, en medio de un aumento comparativamente lento en la producción global, será necesario que nuevas minas entren en funcionamiento, así como una mayor capacidad de reciclaje, para evitar un déficit de suministro en el camino hacia las emisiones netas cero.
BloombergNEF espera que la demanda anual de cobre refinado crezca un 53% desde el 2022 al 2040, a 39 millones de toneladas métricas. Este crecimiento será impulsado principalmente por la electrificación del transporte y el sector de infraestructura.
Si bien China consumió el 53% del cobre refinado en el 2021, se prevé que su participación en la demanda mundial de cobre disminuya al 44% para el 2040. Esto refleja una mayor demanda de Estados Unidos y Europa, economías que históricamente han registrado un bajo crecimiento.
Según el escenario de caso base de BNEF, se estima que el suministro global de cobre refinado aumentará un 16% entre el 2022 y 2040, alcanzando los 25 millones de toneladas. Esto está por debajo de la demanda prevista.
Dado que se espera que la oferta minera se estanque ya que no habrá nuevos descubrimientos operativos en los próximos tres años, se proyecta que la producción secundaria de cobre a partir del reciclaje aumente sustancialmente para llenar el vacío.
Habrá una escasez significativa de producción primaria de cobre para el 2040 si no se ponen en marcha nuevos descubrimientos, según BNEF. Una crisis de suministro prolongada podría elevar los precios durante un período prolongado, lo que provocaría una desaceleración en el despliegue y la adopción de tecnologías limpias debido a los mayores costos de infraestructura y la escasez de materias primas.
Invertir en tecnologías relacionadas con el reciclaje, reducir los costos y mejorar las tasas de recuperación de los depósitos de baja ley podría ayudar a poner en línea un nuevo suministro de cobre para satisfacer la creciente demanda.
Los regímenes de políticas estables, los procesos de permisos simplificados y la buena gobernanza social también ayudarán a garantizar que los nuevos proyectos se completen a tiempo para evitar una escasez futura.
Una posible recesión se cierne sobre las principales economías del mundo. Si bien es probable que una recesión económica retrase el crecimiento de la demanda de cobre, tiene el potencial de aumentar la inversión en el suministro después de la recesión.