El 2023 fue un año positivo para el sector minero en la Bolsa de Valores de Lima (BVL), la cual se potenció a finales de año con la compra del 19% de las acciones de Buenaventura por parte de la compañía chilena Antofagasta.
En este contexto, commodities como el oro y plata tuvieron un buen año, ya que alcanzaron cotizaciones altas, sobre todo el metal dorado, con precios por encima de los US$ 2,000 la onza.
La plata, por su lado, subió cerca de 7% al cierre del diciembre pasado y ha estado cotizándose en los últimos días entre US$ 23 y US$ 23.5 la onza.
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El cobre es un caso aparte. El metal no tuvo un buen desempeño durante el 2023, ello debido al mal momento de la economía china y los problemas que ha tenido su sector inmobiliario; tanto así que el Gobierno chino ha tenido que hacer rescates y bajar las tasas de interés para incentivar el consumo.
Jorge Barrionuevo, asesor de inversiones de Renta 4 SAB, explicó que China es el principal demandante de cobre en el mundo, más del 50% de la demanda global le corresponde al país asiático, por lo que tiene una alta incidencia en la valorización del metal.
Si bien el panorama en el corto plazo no luce atractivo en torno al cobre, que actualmente cotiza en torno a los US$ 3.78 la onza, en el largo plazo sí podría ser una opción bastante interesante a considerar por los inversionistas.
Expectativas a largo plazo
Expertos comentaron a Gestión cuáles son los fundamentos que sostendrían un fuerte repunte del cobre en los siguientes años.
Barrionuevo explicó que se espera que China incentive más su economía este año, lo cual debería contribuir a que haya una demanda de cobre agresiva. No obstante, esta recuperación no se daría tan rápido, por lo cual se habla de un fortalecimiento del metal en un largo plazo.
“Se puede decir que hay un driver importante con China recuperándose y las agendas de los Gobiernos apostando por energías más limpias, los cuales harían que el metal obtenga protagonismo. Sin embargo, esto va a tomar tiempo”, apuntó.
“Si bien el oro y la plata son dos opciones buenas para el inicio de este año, al menos en un corto plazo; el cobre puede ser una opción más fundamental para invertir en el largo plazo”, resaltó el experto.
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Por su parte, Julio César Placido, jefe del Segmento de Intermediarios y Gestores de Activos de la Bolsa de Valores de Lima (BVL), indicó que a diferencia de el oro y plata, los consensos son más optimistas en un mediano y largo plazo en el caso del cobre.
Si bien en estos momentos el precio del metal ha mostrado cierta debilidad por la sobre oferta, se estima que la demanda repunte en los siguientes años.
“El cobre tiene mejores perspectivas a largo plazo. Muchas mineras peruanas están ganando mayor participación en el cobre. Por ejemplo, Buenaventura era una empresas de oro muy reconocida, sin embargo, ahora produce más cobre que oro. Incluso, analistas opinan que del valor fundamental de la compañía, dos tercios dependen más del cobre que del oro”, sostuvo a Gestión.
Pero, no es el único caso. Diversas empresas mineras se están pasando al cobre, se trata de una tendencia. “Esto es muy positivo si vemos un horizonte de mediano a largo plazo para los inversionistas. Las mineras están recogiendo ese potencial”, añadió.
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Tendencia hacia energías renovables
Placido señaló que otro aspecto a tomar en cuenta es la tendencia que existe por parte de los gobiernos hacia las energías renovables, en donde el cobre juega un rol fundamental.
Se estima que las instalaciones anuales de capacidad de generación de energía renovable podrían cuadruplicarse para el 2030, esta expansión iría acompañada de la necesidad de ampliar las redes de transmisión de electricidad.
En ese sentido, el cobre es un excelente conductor de la electricidad, ya que permite una transferencia eficaz de la energía, minimizando las pérdidas durante su transmisión y distribución; lo cual lo convierte en un insumo clave para la fabricación de sistemas de energías renovables.
Este hecho implicaría una fuerte demanda de cobre para los siguientes años, lo que significa que su valor subiría exponencialmente. Jorge Barrionuevo coincidió con esta tesis y refirió que la “transición energética es un hecho”.
“Las agendas políticas de los gobiernos están enfocadas en energías renovables, al final el cobre como cualquier materia prima es limitada. Cuando la demanda empiece a aumentar, los precios también se elevarán. El que está posicionado desde ahora en cobre, va a ver los frutos en algunos años”, dijo a Gestión.
El analista comentó que la recomendación siempre va a ser invertir con miras al largo plazo. Además, el mercado ha demostrado que en el largo plazo es eficiente y en el corto pueden ocurrir ineficiencias que cambien el rumbo de lo proyectado, finalizó.
Licenciado en Comunicación y Periodismo en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC). Con cinco años de experiencia en prensa escrita y digital. Actualmente, se desempeña como redactor en Diario Gestión.