Por María Elena Vizcaino y George Lei desde Nueva York
El presidente del Perú, Pedro Castillo, enfrenta su tercer proceso de vacancia en el último año, reforzando la sensación de que la nación sudamericana es casi ingobernable después de años de agitación política. Sin embargo, los bonos mantienen a flote, mientras que el sol tiene un desempeño superior a sus pares.
La deuda denominada en dólares con vencimiento en 2031 de la nación apenas apenas registró variación durante el último mes, incluso cuando Castillo se vio envuelto en una controversia tras otra. El diferencial de los bonos soberanos frente a los instrumentos del Tesoro de Estados Unidos también se mantiene estable desde que el último ministro de Economía y Finanzas renunció a principios de este mes, rondando los 2.2 puntos porcentuales, el más bajo de la región después de Chile y Uruguay.
Los bonos están atrapados en el limbo, divididos entre la preocupación por el caos político y el atractivo de una economía fuerte. Los analistas dicen que los riesgos políticos ahora están totalmente descontados, luego de la sucesión de cinco presidentes en los últimos seis años, mientras que las altas reservas de divisas del Perú y el sólido contexto fiscal evitan que los bonos caigan aún más.
“Ha habido tantos presidentes que no han terminado sus mandatos en Perú, que el mercado está un poco adormecido”, dijo Sarah Glendon, analista senior de Columbia Threadneedle Investments en Nueva York. Los inversionistas han llegado a “esperar cierto grado de alta rotación de líderes políticos en Perú”.
Los mercados de divisas también se han mantenido en calma. La moneda peruana se ha fortalecido más de 1.5% frente al dólar estadounidense este mes, el cuarto mejor desempeño frente a sus 23 pares de mercados emergentes seguidos por Bloomberg. Las ganancias del sol se comparan con una caída de casi 1.4% en el peso colombiano y una baja de 1.8% en el peso chileno en agosto.
Sin embargo, esa resiliencia puede ponerse a prueba pronto. Los legisladores de la oposición dijeron a principios de este mes que esta vez están más cerca de los 87 votos necesarios para destituir a Castillo. Para acrecentar el drama, algunos de los familiares del presidente enfrentan una investigación por corrupción, y su cuñada se entregó por acusaciones de presunto tráfico de influencias. El martes, los fiscales peruanos solicitaron una prohibición de viajar al extranjero por tres años para la primera dama y sus hermanos.
El primer ministro Aníbal Torres acusó el lunes a la justicia de “persecución política” contra Castillo. Los fiscales, dijo, “no buscan descubrir la verdad sino crear un delito”.
El cambio
“Dada la alta rotación de los mandatos presidenciales, el mercado ya no reacciona tan profundamente a las transiciones, incluso si son complicadas”, dijo Ayman Ahmed, administrador de dinero de Thornburg Investment Management Inc. Tendría que haber un “cambio fundamental en la estructura de la economía peruana” para que caigan los bonos.
Los estrategas de Morgan Stanley eliminaron la semana pasada una postura de “desagrado” sobre los bonos externos soberanos del Perú, volviéndose neutrales con respecto a la deuda, diciendo que los instrumentos ya están descontando la incertidumbre política y que los fundamentos siguen siendo sólidos.
Parte del crédito por eso se le debe dar a Julio Velarde, el economista formado en Estados Unidos que ha estado al frente del banco central del país con una gestión independiente durante casi 16 años. Perú registró el crecimiento más rápido y la inflación más baja entre las principales naciones latinoamericanas bajo el mando de Velarde: la economía se ha expandido a un promedio de 4.5% año tras año desde el cuarto trimestre del 2006 con una inflación promedio apenas superior al 3% durante el mismo período.
“La inestabilidad política es alta pero no impulsa la acción sobre los precios y debería permanecer así mientras Velarde permanezca al frente del BCRP”, escribieron el jueves analistas de Citigroup, incluidos Dirk Willer y Andrea Kiguel, en una nota para clientes, manteniendo una visión neutral sobre la moneda del país y los bonos locales.
La calma
Esa calma entre los inversionistas es inusual en Sudamérica en este momento. El mes pasado, el tipo de cambio del mercado negro de Argentina se desplomó más de un 30% tras la abrupta renuncia del ministro de Economía, Martín Guzmán. Los mercados chilenos también han fluctuado mucho antes del plebiscito del 4 de setiembre sobre una nueva constitución. En Ecuador, los disturbios sociales en junio que amenazaron el mandato del presidente Guillermo Lasso hicieron caer sus bonos en dólares a mínimos históricos.
Pero si bien el caos político de Perú puede no inquietar a los tenedores de bonos, sí tiene un impacto en el potencial económico a largo plazo del país. Y eso, de manera lenta pero segura, hace que la deuda sea menos atractiva, dijo Valerie Ho, gerente de cartera de DoubleLine Group en Los Ángeles.
Para Perú, “la incertidumbre política está obstaculizando la inversión y reduciendo el crecimiento potencial”, dijo Ho. “Perú ha sido un lugar para refugiarse” durante la volatilidad global, pero las implicaciones de los eventos políticos son claramente negativas.