El síndrome del impostor puede ser tan paralizante, mental y emocionalmente, que puede hacer que usted no alcance el rendimiento del que es capaz. Si bien la conciencia de este ciclo es útil, comprender el síndrome del impostor hace poco para terminarlo. En cambio, necesita acción. Y para tomar acción, necesita coraje.
El coraje refleja la intensidad de motivación y está relacionado con (pero es distinto de) rasgos como la determinación, el autocontrol y la capacidad para superar la procrastinación.
He aquí cuatro tácticas para ayudarlo a hacer de su coraje su propio superpoder:
Utilice las fortalezas que ha forjado a través de las dificultades basadas en la cultura
Para convertir sus propias dificultades en coraje, identifique una situación desafiante de su pasado que finalmente superó. Reflexione sobre cómo lo superó y resolvió la situación.
Finalmente, formule estos como los principios que aprendió y las fortalezas que ganó. Juntos, estos son algunos ingredientes de su marca única de coraje.
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Dese permiso para jugar
Herminia Ibarra, profesora de la London Business School, ha realizado una extensa investigación sobre lo que ella llama “juego de identidad”, que implica experimentar con nuevas ideas y comportamientos a medida que asume nuevos desafíos y roles profesionales.
Ella usa el término “juego” para normalizar la idea de que no se desempeñará tan bien en el nuevo rol como lo hace en roles más familiares.
Para fomentar su propio juego de identidad, piense en una situación laboral en la que todavía se encuentra en una curva de aprendizaje.
Divida la situación o el rol en una serie de pequeñas experiencias de aprendizaje con planificación de acción deliberada, experimentación y recopilación de datos sobre su desempeño. Luego, repita el ciclo.
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No escuche a los detractores
Si está trabajando duro para lograr mucho en su carrera y en su vida, es probable que se encuentre con detractores que están más que ansiosos por señalar las formas en que no está a la altura.
La difunta Kaleel Jamison, una mujer pionera en la América corporativa de la década de 1970, llamó a estos mensajes “mordiscos” destinados a empequeñecerlo.
Cuando experimente críticas, comience reformulándolas como una hipótesis. A continuación, identifique formas de probar la hipótesis, como obtener comentarios de mentores de confianza o realizar una prueba de concepto de bajo riesgo.
En tercer lugar, recopile datos y pruebe la hipótesis. Independientemente de los resultados, obtendrá comentarios concretos y procesables que lo ayudarán a progresar.
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Reconozca cuándo alejarse
El síndrome del impostor a menudo se usa para enmascarar el sesgo sistémico y el racismo en el lugar de trabajo, como Ruchika Tulshyan y Jodi-Ann Burey han señalado acertadamente. Esto significa que el coraje no funcionará en todas las situaciones.
Cuando encuentre un obstáculo, tómese el tiempo para evaluar las competencias que necesitaría para superarlo y luego evalúe si desea invertir sus recursos de esta manera.
Por ejemplo, si descubre que el éxito requiere conocimientos o habilidades que no tiene y que no puede desarrollar de manera realista en el marco de tiempo necesario, puede ser más sensato alejarse.
Cuando evalúe deliberadamente los obstáculos que enfrenta, asumirá los desafíos completamente informado o reasignará sus habilidades en entornos más adecuados.
Keith D. Dorsey
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