En el mundo actual, uno de los desafíos que enfrenta a diario un emprendedor moderno es el manejo de su personal. Y aunque sabe que cada colaborador es distinto, dependiendo de la rama en que se desempeñe, lo cierto es que le resulta todo un reto dirigir un negocio lleno de millennials.
Con esto, no se pretende decir que la Generación Y, como también se le conoce, sea complicada; por el contrario, al tener una perspectiva distinta del mundo, con muchos sueños, deseos y fortalezas particulares, busca ir más allá y encontrarle un verdadero sentido a su vida.
Entonces, ¿por qué algunas personas piensan que tener millennials en sus equipos de trabajo puede resultarles difícil? Si bien, antes los empleados se mantenían por muchos años en sus centros laborales pese a no sentirse contentos en ellos, esta generación no está dispuesta a soportar a un mal líder que no comparta sus inquietudes.
Pero ¿cómo saber lo que ellos realmente necesitan? El portal Entrepreneur publicó un artículo en el que da a conocer seis consideraciones importantes que un empleado millennial desearía que tuviera su jefe.
A nadie le gusta que su jefe lo mantenga más de la cuenta en la oficina o le mande correos o haga llamadas en sus momentos libres o días de descanso. A comparación de otros empleados, esta generación no está dispuesta a tolerar que invadan su espacio y tiempo, haciendo que no lo piense dos veces en quedarse en un lugar donde se siente asfixiado por el trabajo.
Aunque se le brinde información básica y esencial sobre lo que ocurre en la organización, a los de esta generación les gusta ser tomados en cuenta. Para ellos, conocer hacia dónde va la empresa y cuál es el plan de acción, vale mucho. Si no lo hace, sentirán que no confía en ellos y no sabrán qué esperar del negocio en los próximos seis meses.
A los millennials les fascina la idea de aprender nuevas cosas en su centro de trabajo, al margen que se traten de actividades diferentes a las que hacen habitualmente. Si hace que su colaborador adquiera nuevas habilidades mientras trabaja para usted, sentirá que lo está apoyando en su desarrollo y se mantendrá interesado en su empresa. Si no lo hace, buscará un lugar que le permita crecer.
Aunque las oficinas abiertas buscan mayor convivencia, colaboración y transparencia entre sus trabajadores; la verdad es que esta generación odia ese concepto porque siente que ha sido creado para mantenerlo vigilado; es decir, no confían en ellos. Asimismo, algunos consideran que desempeñarse en medio de varias distracciones y ruido perjudica su productividad. Pero ¿qué sucede si el único de la empresa que tiene una oficina privada eres tú? Pues generarás la incomodidad de muchos.
Para un empleado millennial, el reconocimiento por el esfuerzo y logros que ha conseguido es muy importante. A ellos les gusta que de vez en cuando los feliciten por los buenos resultados, y si esto va acompañado de una compensación monetaria, por más mínima que sea, su compromiso con la organización será mayor.
Por más esfuerzo que haga y todo el empeño que le ponga, sus colaboradores millennials no lo van a amar. Una cosa es obtener el respeto, confianza y admiración de parte de ellos, y otra muy distinta es que lo quieran con todo su ser; para eso, mejor busque a sus amigos y familiares. Por ello, se recomienda evitar convertir a sus empleados en su familia; si lo hace, perderá su respeto. En lugar de eso, ayude a sus colaboradores a amar lo que hacen, no a quién los emplea.