El Ejecutivo publicó la Ley 31362, que estipula medidas para proteger a los trabajadores afectados por las disposiciones legales laborales publicadas en el marco de la epidemia causada por el covid-19.
En estricto, indica cómo se deben compensar las horas acumuladas por los trabajadores como consecuencia de las licencias con goce de haber otorgadas en su favor como consecuencia de la pandemia.
Al comienzo del estado de emergencia, el Estado indicó que toda persona debía realizar labores de manera remota y que, si no era posible desempeñar su cargo de dicha forma, debía ser enviado en una licencia con goce, con horas recuperables a futuro.
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Qué dice la norma
La norma indica que dichas horas se compensan mediante trabajo en sobretiempo, mediante capacitaciones fuera del horario regular de trabajo, o utilizando las vacaciones obtenidas por el trabajador.
Adicionalmente, establece una regla de “tres por uno”. Es decir, por cada hora laborada en sobretiempo, se entiende que se han compensado tres horas por recuperar. Asimismo, por cada día restado de las vacaciones se entiende que se han compensado tres (ver tabla).
Es decir, en estricto, se reducen las horas por compensar en un tercio.
La norma, sin embargo, indica que no se podrán compensar más de 15 días por periodo vacacional pendiente de goce y que, como consecuencia del trabajo en sobretiempo, no se puede laborar más de 2 horas adicionales diarias ni más de 52 horas a la semana.
Finalmente, la norma señala que las empresas solo cuentan con un plazo de un año para compensar las horas no laboradas.
Opiniones
César Puntriano, socio del estudio Muñiz, señala que la norma es anti técnica.
“¿Por qué limitar la compensación a sobretiempo y vacaciones? ¿Por qué no permitirlo con trabajo en feriados, días de descanso? ¿Cuál es la diferencia?”, se pregunta el abogado, quien además recalca que “la regla del 3x1 es absurda, pues, además, se fija un plazo arbitrario de doce meses para la compensación”.
El abogado señala también que va en contra de lo anteriormente razonado por parte de la Sunafil: que se trataba de un adelanto de remuneraciones.
Por otro lado, Brian Ávalos, socio del estudio Payet, señala que le parece bien que se fijen límites para compensar las horas no laboradas, pero que “el problema es que la compensación no es equitativa con lo pagado por el empleador, lo que demuestra que el Congreso y Ejecutivo disponen de recursos que son de las empresas”.
Agrega que “si se pensó compensar estos días, el Estado debió asumir parte de la compensación, pues la pandemia no la generó el empleador o, en todo caso, establecer otras medidas.”.
En ese sentido, recalca que “lo que está detrás de esta norma es un traslado de los costos al empleador, como una fuente de recursos para el populismo”.