El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) presentó su último reporte, destacando que la inflación en Perú para el mes de julio se ubicó en un 5.88%, alcanzando así su nivel más bajo desde enero del 2022.
Según el economista Washington López, CEO de Washington Capital, varios factores económicos locales contribuyeron a este incremento.
El año 2023 comenzó con conflictividad social, a la que se sumaron fenómenos climatológicos anómalos como el ciclón Yaku y la alerta por el fenómeno El Niño Costero, lo que impactó negativamente en la actividad del país.
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Aunque el segundo trimestre no mostró una mejora significativa, la situación política y social experimentó un retroceso, mientras que el fenómeno El Niño Costero alcanzó una intensidad mayor a la pronosticada, generando impactos sensibles en la economía.
Por otro lado, se destaca el efecto de factores globales en la inflación peruana. Los menores precios de la energía y los alimentos, con reducciones del 29% y 20% respectivamente, jugaron un papel importante.
Asimismo, las políticas contractivas de alza de tasas en Estados Unidos, Inglaterra y Europa, junto con la cotización del petróleo y el gas, también influyeron en el comportamiento de los precios en el país.
El economista proyecta que, pese a la persistencia de los efectos de El Niño Costero, la inflación cederá más rápido en el futuro, estimando un cierre del 2023 en torno al 4%.
‘Aunque los impactos de El Niño Costero seguirán imprimiendo resistencia, prevemos que la inflación cederá más rápido en adelante, cerrando el 2023 en un nivel no muy alejado del 4%”, proyectó.
Esta proyección tiene un sesgo alcista debido al continuo deterioro que se viene observando en los pronósticos climatológicos, explicó.
“Para fines del 2024 prevemos una inflación de 2.5%, cuando los impactos de El Niño se habrán disipado”, señaló.
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En cuanto a la política monetaria, se espera que hacia el último trimestre del 2023, con una clara tendencia a la baja de la inflación y la conclusión del ajuste monetario de la FED, el Banco Central de Reserva (BCR) comience a reducir la tasa de referencia de manera gradual.
La proyección apunta a cerrar el año con una tasa de política del 7.25%, para luego acelerar el proceso de normalización y llevarla al 5% a fines del 2024.
Este análisis evidencia una perspectiva optimista en el control de la inflación para el futuro de la economía peruana.