Pese a la coyuntura social y política, un tema todavía pendiente es la entrega e inicio de operaciones de la segunda pista de aterrizaje y la nueva torre de control del aeropuerto Jorge Chávez. Como se recuerda el plazo de entrega de ambas infraestructuras que tiene el concesionario Lima Airport Partners (LAP) -que tiene como socio principal a la alemana Fraport- es hasta el 31 de enero de 2023.
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En el caso de la segunda pista de aterrizaje -justamente- un anuncio que hizo LAP a Gestión hace tres meses (ver nota aquí) es que entre sus planes, estaba previsto, una vez que empiece a funcionar, se iba a rehabilitar la actual pista la que es usada por las aerolíneas locales e internacionales.
Esta rehabilitación -dijo la concesionaria- se iniciaría posiblemente en junio del 2023, la misma que se efectuaría en fases y tendría una duración de 14 meses.
“Estamos trabajando en la preingeniería, y tras su definición la información técnica será socializada con los actores correspondientes. Entre ellos Corpac, ya que sus actividades tienen dependencia para el inicio y ejecución de la rehabilitación”, mencionó en setiembre.
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¿Qué pasó ahora? El gerente de área de Perú y Bolivia de la IATA, Martín La Rosa, adelantó a Gestión que tras conversaciones que sostuvo con el concesionario LAP, este le adelantó que se aplazará los trabajos de mantenimiento previstos para el próximo año debido a que estudio realizados sobre la situación de la actual pista usada por aeronaves reveló que “podría aguantar” hasta el 2025.
“Sobre el mantenimiento de la pista actual, después de conversar con el concesionario... en un trabajo conjunto, LAP (nos informó que) hizo un estudio que determinó que la pista actual podría aguantar hasta el 2025, año en que se entregará el nuevo terminal de pasajeros, por lo que se ha postergado los trabajos de mantenimiento (previstos para el 2023″, explicó.
Agregó, a reglón seguido, que la segunda pista de aterrizaje -según lo informado por LAP- podrá soportar aviones de gran calado y peso.
“Lo que nosotros decíamos es que, si es posible, se puedan hacer mejoras al diseño de la nueva pista, pensando fuera de la caja, para de algunas manera hacer un uso eficiente, con mayor capacidad de la infraestructura”, acotó.
-¿Se cumplirán con las fechas?-
Un temor de los operadores aeroportuarios es que no se cumplan con las fechas tanto para la operación de la segunda pista de aterrizaje como de la nueva torre de control o que se use como excusa la convulsión social actual o la situación política para retrasarla.
“Nosotros como sector esperamos que no sea el caso y que los actores que tienen de alguna manera responsabilidad no se amparen en la situación del país para seguir retrasando el desarrollo de estas obras, que ya tienen bastante tiempo (de retraso)”, dijo.
En ese sentido, recordó que la Contraloría alertó -en setiembre- que Corpac aún no convocaba la licitación para la adquisición de equipos de aeronavegación necesarios para implementar la nueva torre de control y que -incluso- tampoco se contaba con las especificaciones técnicas, lo que incumple el contrato de concesión.
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“Probablemente no se llegue a la fecha de entrega, que es el 31 de enero 2023. Vemos que se viene un problema en ese sentido. Esto no debe servir de excusa para seguir atrasándolo”, subrayó el representante de la IATA.
¿Cuál es la respuesta de LAP? Al ser consultados por Gestión respecto a si el cambio de autoridades, a raíz de los hechos políticos y sociales acontecidos en los últimas semanas, cambia las fechas previstas para el inicio de operaciones y entrega de la segunda pista de aterrizaje.
El concesionario señaló que “el inicio de operaciones se da de forma independiente a las decisiones políticas y está programada para el 30 de enero del 2023. Esperamos que la coyuntura del país permita que este día se mantenga como fecha hito de la aeronáutica peruana”.
“Estamos entregando al Estado peruano una segunda pista de aterrizaje de 3,480 metros, esta incluye una red de más de 10 kilómetros de nuevas calles de rodaje, luces de aproximación, sistema de balizamiento, entre otros. La infraestructura de la segunda pista estará preparada para atender todo tipo de aeronaves”, agregó.
Sobre la puesta en operación de la nueva torre de control LAP dijo que su “compromiso ha sido construir la infraestructura de la segunda pista de aterrizaje y nueva torre de control que están culminadas. Es Corpac quien debería responder sobre la implementación de la nueva torre para su puesta en operación en enero del 2023″.
¿Qué ha dicho Corpac? En setiembre su presidente del directorio, Jorge Salinas Cerreño, dijo a este diario que la puesta en funcionamiento de la nueva torre de control podría demorar unos seis meses, ya que una vez que se entregue completamente la infraestructura a Corpac se tendrá que implementar, realizar pruebas y ejecutar una marcha blanca que se está planificando desde esta entidad.
“(¿Cuándo estará ya operativa la nueva torre de control?) Estamos ajustando un poco los tiempos, nos debería demorar unos seis meses, pero eso no significa que no se empiece con operaciones (ya que) podemos ir progresivamente desarrollando operaciones”, comentó.
“Podemos decir que ya está lista y que mañana funciona, pero en la parte de las pruebas está la validación. Tenga en cuenta que uno de los criterios más importante que tenemos que cumplir es la seguridad operacional, por lo que no vamos a poner en riesgo la vida de las personas ni la seguridad de las aeronaves”, añadió.