Con la progresiva reactivación de la economía, la mayoría de fábricas de plástico han reanudado sus actividades, sin embargo en promedio solo lo están haciendo al 50% de su capacidad, debido a una menor de demanda del mercado y contagios entre los trabajadores, sostuvo Eduardo Farah, presidente de la Asociación Peruana de la Industria Plástica (Apiplast).
En el Perú, hay unas 300 empresas formales y un sinnúmero de informales que producen plástico, que en su conjunto mueven alrededor de US$ 2,000 millones por año.
Durante los dos primeros meses de la cuarentena, solo pudieron operar las fábricas de plástico que producían bolsas caseras o para el empaquetamiento de productos de agroexportación, mientras el resto reinició sus operaciones a partir de mayo y está recuperando su nivel de actividad de forma progresiva.
Aquellas fábricas que no operaron durante casi dos meses han afrontado dificultades para cumplir los contratos de energía eléctrica, en los cuales se establecía un consumo mínimo y un compromiso de pago. Pese a no haber hecho el consumo, las empresas proveedoras exigían este pago, señaló Apiplast.
Sin embargo, una de las más grandes dificultades para dichas fábricas fue el contagio de sus trabajadores, lo que se ha frenado con las medidas de prevención del coronavirus, que implican un incremento de los costos de producción.
“En la mayoría de empresas ha habido problemas de COVID-19. En varias, más de la mitad de su personal estaba enfermo, pero están rehabilitándose. Ha sido una historia bastante triste para todos nosotros. Hoy en día sí somos muy estrictos con los protocolos; por ejemplo nadie entra a una fábrica sin su examen de coronavirus”, comentó Farah.
Por otra parte, indicó que la demanda de productos de plástico es mucho menor al periodo previo a la pandemia, por la menor actividad de las personas durante la cuarentena voluntaria, así como de los sectores económicos que todavía están reactivándose.
Sin embargo, consideró que con el reinicio de las actividades de los restaurantes podría elevarse la demanda de productos de plástico de un solo uso, como cubiertos, platos o táperes, entre otros utensilios prácticos para evitar eventuales contagios de coronavirus.
Asimismo, las medidas preventivas establecidas por el Gobierno para otros sectores podrían elevar el consumo de plástico. Así, se estableció que para viajar en transporte público los usuarios deben contar obligatoriamente con un protector facial de plástico (visera); y el Ministerio de Salud (Minsa) ha recomendado su uso para recibir atención en los bancos, mercados y centros comerciales,
“Si va a ser obligatorio el uso de estas máscaras (viseras), tendremos una demanda grande, porque varios millones de personas se movilizan en microbuses cada día. Podría representar una importante demanda para el sector”, expresó.