La crisis política se intensifica tras la renuncia de Aníbal Torres al cargo de premier y la investidura de Betssy Chávez en el mismo.
Con esa transición, el Gobierno interpreta como una denegatoria de la cuestión de confianza -que planteó sobre el proyecto de ley que buscaba derogar la Ley 31399 (límites al referéndum)- al rechazo de plano que a esa solicitud hizo el Congreso.
Este escenario, que propició que el Parlamento aprobara el sábado interponer una demanda competencial y medida cautelar ante el Tribunal Constitucional, deja abierta, según analistas políticos, la posibilidad de un cierre del Congreso o una suspensión o acusación constitucional contra el presidente Pedro Castillo, y aviva la incertidumbre.
Esto último afecta variables sensibles al entorno político, como las expectativas empresariales y de otros agentes privados (de las que depende la inversión privada).
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Según la encuesta de expectativas macroeconómicas del Banco Central de Reserva (BCR), las perspectivas que tienen las firmas sobre la economía y su sector a corto plazo (tres meses) han permanecido en el tramo negativo (son pesimistas) desde abril del 2021; mientras que las de 12 meses sobre la economía están en terreno pesimista desde marzo del presente año.
Por su parte, las expectativas de inversión a corto plazo están también en el tramo negativo. Estos resultados, según analistas, se relacionan directamente con la crisis política.
Firmas empeorarían sus expectativas
Elmer Cuba, economista y socio de Macroconsult, mencionó que sería la encuesta de diciembre, a publicarse en enero, la que refleje el escenario de mayor convulsión política actual, con resultados aún peores.
“El escenario actual de alta volatilidad política haría que las expectativas se mantengan pesimistas por más tiempo. Es posible que las expectativas de las firmas que se recogen en diciembre sean las peores de los últimos cinco meses. Dependiendo de estos resultados podríamos actualizar a la baja la proyección de inversión”, afirmó.
Hugo Perea, economista jefe de BBVA Research, señala que el informe de la encuesta del BCR a publicarse en diciembre podría ya captar parte del escenario político que se ha configurado en los últimos días. Sin embargo, al igual que Cuba, mencionó que sería la encuesta de enero la que refleje el escenario más negativo.
“La encuesta se termina de responder en estos días, por lo que algún efecto debe haber (se publicará en la primera semana de diciembre). Las expectativas no reaccionan solo porque el escenario es volátil, sino persistentemente volátil. Si se mantiene (el escenario) en la siguiente encuesta (la publicada en enero) podríamos ver un deterioro importante en las expectativas. Es usual que las expectativas que reaccionen más sean las de corto plazo (tres meses), aunque las de largo plazo ya han visto descensos”, manifestó.
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Sesgo a la baja en las proyecciones de inversión
Cuba y Perea mencionaron que, con el actual escenario, se ha instalado un sesgo a la baja en las proyecciones de inversión privada del 2023.
BBVA Research y Macroconsult tienen una previsión de 0.1% y -2.8%, respectivamente para la inversión privada el siguiente año. Para el presente 2022, las proyecciones son de -1.1% y -1%, respectivamente.
“Las tensiones políticas se han vuelto a elevar. Ya hemos visto que la inversión cayó en el tercer trimestre, y bajo este escenario la cautela podría aumentar hacia adelante. Si bien se había internalizado la confrontación, la cantidad de escenarios que se abren (tras la renuncia de Torres) y el no saber cómo terminará complica la toma de decisiones de los agentes económicos, sobre todo de los emprendedores. Esto induce un sesgo a la baja (sobre las proyecciones de inversión), por lo que seguiremos viendo un desempeño pobre”, dijo Perea, quien señaló que esta situación también llevaría a que las proyecciones del PBI tengan ese sesgo negativo.
Cuba también fue enfático en que los hechos recientes han subido la escala de enfrentamiento político, y que una posible corrección a la baja en las proyecciones de inversión se observarían por el lado de aquellas de más corto plazo y menos complejas. Así, sostuvo que es posible que la inversión privada caiga en todos los trimestres del siguiente año.
“Los que hacemos proyecciones para el próximo año teníamos un escenario base en donde se quedan todos (Congreso y Ejecutivo), mientras que ahora es mucho más volátil y se maneja la posibilidad de un cierre del Congreso; se ha desestabilizado el escenario. Si bien muchas decisiones son de más largo plazo, como mineras o infraestructura, las más sencillas o pequeñas sí se pueden aplazar al igual que las de mantenimiento. Los sectores más sensibles serían construcción y aquellos vinculados a la importación de bienes de capital para producir en el mercado interno como manufactura”, indicó.
Perea expresó que este contexto también influye en otro aspecto clave: el consumo de las familias.
“El ruido político trae pesimismo en las familias, lo que aplaza las compras. Asimismo, el efecto por el lado de inversión tiene un efecto negativo en la generación de empleo de calidad y, por lo tanto, en el ingreso de las personas. ”, indicó.
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Desempeño de la inversión privada
- La proyección de inversión privada del BCR para el 2022 y 2023 es 0% y 1.8%, respectivamente.
- La inversión privada bajó 0.8% en el tercer trimestre del 2022.