Xerox Holdings Corp. es mejor conocido por inventar la fotocopiadora moderna. Cuando se trata de su intento de US$ 33,000 millones por adquirir HP Inc., el director ejecutivo, John Visentin, debe hacer algo más que simplemente copiar y repetir los mismos términos.
Han pasado casi dos meses desde que su rival más grande, HP, rechazó la oferta inicial de Xerox. Desde entonces, poco ha cambiado en la esencia de la oferta. Xerox ha mitigado algunas de las preocupaciones de HP sobre financiamiento al obtener compromisos de préstamos puente para el componente en efectivo de la oferta. Pero la oferta fundamental sigue siendo la misma: US$ 17 en efectivo y 0.137 de acción de Xerox por cada acción de HP, para un valor total de aproximadamente US$ 22 por acción.
Xerox está probando otros métodos para impulsar un acuerdo. Por ejemplo, solicitó el apoyo de los accionistas de HP. Carl Icahn, el activista que es el mayor inversionista de Xerox y que ayudó a designar a la junta actual, asumió una participación en HP para que cobre impulso.
Y, quizás lo más significativo es que es inminente la posibilidad de una lucha de poder en la que Xerox presentaría una serie de directores que con mayor probabilidad preferirían que los términos del acuerdo existente reemplacen la actual junta de HP.
El problema con ese enfoque se reduce a un factor: el tiempo. HP anunció en octubre un programa de reestructuración que reducirá hasta 16% de su fuerza laboral. Cuanto más dure una batalla de poder, más tiempo tiene HP para llevar a cabo su plan de reestructuración. Si tiene éxito, el precio de sus acciones podría recuperarse, fortaleciendo la posición negociadora de la compañía con sede en Palo Alto, California.
Hasta ahora, HP se ha negado a participar en discusiones formales. La prioridad de Xerox debe ser cambiar eso. La primera regla de la negociación es generalmente crear un acuerdo con el que ambas partes se sientan bien. Si Visentin endulzara la oferta y valorara a HP más cerca de los US$ 35,000 millones, le daría a su contraparte en HP, Enrique Lores, una razón para entrar a la mesa de negociaciones. Después de todo, su rechazo más reciente al ofrecimiento de Xerox se centró únicamente en el precio.
Cómo se financiaría tal aumento es lo difícil. Una mayor cantidad de efectivo podría aumentar la deuda más allá de los niveles de grado de inversión. E incluso un pequeño aumento en el componente de capital daría como resultado que los accionistas de HP fueran dueños de la mayor parte de la nueva entidad: ofrecer 0.18 de acción de Xerox a cada uno y la misma cantidad de efectivo valoraría a HP en US$ 35,000 millones, pero daría 55% de la propiedad a sus accionistas. Alguna versión de la última opción parece más viable. HP es, con mucho, la compañía más grande y ha discutido previamente la adquisición de Xerox.
HP aún podría decidir recomprar acciones. La recompra de 20% de sus acciones a US$ 23 cada una generaría el mismo valor a corto plazo para los inversionistas y costaría menos de US$ 7,000 millones; HP tiene mucha capacidad para aumentar la deuda para financiar esa opción. Pero Lores aún no ha invocado esa opción, lo que sugiere que percibe algún valor estratégico en un enlace. Eso podría darle a Visentin un motivo de esperanza. Pero para concretarlo, debe cavar un poco más profundo.
Por Alex Webb
Esta columna no refleja necesariamente la opinión de la junta editorial o de Bloomberg LP y sus dueños.