Gonzalo de Romaña, CEO de Tasa, detalla que, antes de la pandemia, su compañía empezó el año 2020 sumamente complicada. Fue el período más difícil en los 20 años que tiene la empresa, porque la campaña del 2019-2020 fue solo de una temporada y, si bien Imarpe dio una cuota muy alta (de 2,7 millones), no se pudo pescar al haber mucho juvenil mezclado con adultos, y la SNP, por responsabilidad propia, paró la pesca, y luego el Produce tuvo que hacer lo mismo.
“Entonces, no teníamos qué vender los primeros seis meses del año”, subraya el ejecutivo. Añade que, en segundo lugar, tenían un problema en China muy grande. En ese país se presentó un virus que se denominó African Swine Fever (ASF), que mató el 40% de la población de cerdos chinos, lo que impactó en precios terriblemente; es decir, el precio de la tonelada de harina de pescado, de US$ 1.500, bajó a US$ 1.300, que básicamente es el costo de producción. “El precio bajó a márgenes y encima sin volumen; entonces, cuando la pandemia se anuncia en marzo del 2020, fue un impacto muy duro para la industria”, recuerda De Romaña.
Además, en pandemia tuvieron un proceso de aprendizaje durante una temporada muy dura por la paralización de la pesca local y los efectos del ASF en China. “El principal enfoque fue cómo cuidamos a nuestra gente, que es nuestro activo más importante”.
En términos de costos logísticos, la pandemia afectó a la empresa. “Antes del COVID, nos costaba enviar a China US$ 8 la tonelada de harina de pescado; hoy día cuesta US$ 85, lo que perjudica el precio de venta y eso mete mucha presión de costos”, precisa, tras mencionar que el 2021 fue un buen año, recuperando los niveles previos a las citadas crisis. Este año, Tasa registrará ingresos por US$ 500 millones versus los US$ 520 millones del 2021, los US$ 346 millones del 2020 y los US$ 460 millones del 2019.
Eficiencia
El CEO de Tasa subraya que la cultura “lean” en su compañía ha traído muchos cambios en el rendimiento de sus procesos de producción de harina de pescado. “Hoy día Tasa tiene un rendimiento que es 4% mejor que el resto de la industria. Con el mismo producto hacemos más harina”, destaca De Romaña, citando que una manera de rentabilizar en esta actividad es mejorar en la eficiencia operativa ante las cuotas anuales de pesca y los precios exógenos del commodity.
“Nosotros estamos en conversión de 4 a 1; una anchoveta tiene 70% de agua, tiene 5% de aceite y 25% es proteína. Si tú eres 100% eficiente, tienes que estar 4 a 1, ese 25% lo vuelves cuatro veces y llegas a uno. El día de hoy Tasa es 100% eficiente a través de la mejora tecnológica; el resto del sector está en 4,15 a 4,20 promedio, eso significa no solo que eres más eficiente, sino que eres sostenible”, explica.
Nuevos productos
Sobre las perspectivas con nuevos productos, De Romaña revela que han podido avanzar en el desarrollo de lanzamientos con Europa. “Tenemos un nuevo producto para lanzar el próximo año, estamos firmando los acuerdos comerciales con un productor de productos funcionales; es lo que agregas a la comida de un animal lo que hace que esa comida tenga un mejor desempeño”.
Actualmente, Tasa ha aprobado 25 productos con sus partners estratégicos, de los cuales tienen tres en cartera, y es altamente probable que estos sean lanzados al mercado en los siguientes dos años.
“Nuestra meta para el 2030 es llegar a un 25% o 30% de nuestras ventas con estos nuevos productos y salir de la alta dependencia hacia un producto commoditizado”, proyecta.
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