Roberto Figari, vicepresidente en el Perú del operador logístico Ransa, conversa con Gestión sobre los planes de la marca para este año, entre los que está continuar con un crecimiento a doble dígito, así como la evaluación de diversos proyectos para sumar a sus servicios.
¿Acaban de inaugurar una nueva bodega, podría comentarnos más sobre esta inversión?
Sí, es una inversión importante por encima de los US$ 11 millones, cuenta con 30 mil posiciones y con almacenamiento de profundidad simple y de doble y triple profundidad, usados para ganar densidad en el almacén de nuestras operaciones industriales en el Callao.
Adicionalmente a esta, ¿se alistan más cambios en relación a almacenes?
Este año estamos transformando una bodega que tenía cerca de 15 mil posiciones de almacenamiento, que pasará a 25 mil posiciones usando técnicas de almacenamiento más eficientes. De esa manera, estamos aumentando nuestra capacidad de oferta sin necesidad de aumentar los metros cuadrados.
¿Actualmente, qué capacidad instalada tiene Ransa en el país?
Con estas nuevas implementaciones, Ransa fortalece su cobertura y complementa su capacidad de más de 3 millones de m2 de áreas de almacenamiento y más de 98 mil posiciones en 13 departamentos del Perú, con más de 25 almacenes.
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¿A qué sectores se busca atender con la nueva bodega?
Está orientada al canal moderno, al retail.
¿Por alguna razón en particular?
Una característica de este canal es que tiene una gran cantidad de códigos y se reciben productos de importación o de fábricas paletizados o en volúmenes grandes. Sin embargo, el despacho a tienda se hace en unidades. Ese proceso de transformación se llama picking, en el que extraes una paleta y pueden haber 300 o 500 unidades de un mismo producto y la llevas a carritos de despacho en los que puedes sacar desde una caja e incluso hasta una unidad.
¿Las tarifas para esta bodega cambiarán?
Se mantienen las mismas. A través de nuestros programas permanentemente estamos buscando generar ahorros y productividades que, de alguna u otra forma, puedan contrastar los efectos externos.
Menciona factores externos. ¿Ha tenido un impacto la situación inflacionaria?
En el último año hemos tenido un impacto por el precio de petróleo, pero hemos podido contener gran parte este.
No se ha trasladado al cliente entonces…
Hemos tenido ajustes de tarifas, pero no en la magnitud que debería ser.
¿De cuánto fue ese incremento?
No tengo el número, pero fue menor a la inflación. Pero eso depende de la característica de cada producto. Al tener una amplitud de servicios tan diversa, cada vertical tiene un comportamiento propio.
Tras un primer trimestre complicado, ¿se ha recuperado el uso de almacenes para los diversos sectores que atienden?
El Perú sigue siendo un país con condiciones atractivas para el desarrollo. Hay proyectos a futuro que nos permitirán ampliar la oferta agroexportadora y la minería sigue siendo el principal motor de la economía. Lo mismo ocurre con el consumo.
Las obras para el Puerto de Chancay avanzan a buen ritmo. ¿Qué proyectos tienen en la zona?
Definitivamente es un proyecto importante para la logística peruana. A través de este se van a consolidar las exportaciones hacia el Asia que vienen desde Chile, Ecuador y Colombia, lo que le llaman la nueva ruta de la seda. Estamos evaluando la forma cómo nosotros podemos complementar los servicios que da el puerto y seguir ofreciendo a los clientes una alternativa de operación. En el sur también hay intenciones de abrir otros puertos y aquí es importante que impulsemos una logística multimodal.
¿A qué se refiere?
Si bien la mayor parte de la logística, si no es el 100%, se mueve a nivel de camiones, el uso de otros medios favorece también la competitividad del país. Por ejemplo, el movimiento de carga entre puertos del país, llamado cabotaje, es algo que usamos eventualmente, sobre todo cuando hay algún desastre natural que impide el tránsito entre las regiones.
¿Podría sumarse a su oferta de manera más frecuente?
Es algo que, bien planificado, podría pasar a ser parte de nuestra oferta o forma de movernos entre regiones. Estamos apostando por tener activa una red que nos permita una comunicación entre puertos y que estemos como industria preparados para poderla operar. Es una logística que requiere un nivel de planificación mayor, manejo de inventario, respetar frecuencias de salida, entre otras características.
¿Qué podría decirme sobre la carga aérea?
Es restringida, tiene un costo alto y, adicionalmente, no se puede llevar el 100% de los materiales. La usamos como algo eventual y es parte de nuestros planes de contingencia.
¿Cómo van las operaciones en el sur del país?
En la medida de lo posible hemos mantenido los servicios, sin exponer a nuestro personal ni a la carga, pero sí hemos tenido que parar operaciones en los momentos más duros. Lo que hacemos es prepararnos para que, tan pronto se abra la viabilidad de transitar, tener la capacidad de ponernos al día en el menor tiempo posible.
¿Y en el norte, con las lluvias intensas que hay?
Duras, pero seguimos igual. Si bien la logística está diseñada para operar en óptimas condiciones, tenemos permanentemente una revisión de nuestros planes de contingencia.
En resumen, ¿qué proyección de crecimiento tienen para este año?
Tenemos el reto de seguir creciendo a doble dígito o algo cercano al mismo.