En el 2023, las exportaciones peruanas de café grano sumaron US$ 834,106,640, registrando una contracción de 30.15% frente al año previo, según Agrodata Perú. Bajo ese escenario, la Cooperativa Agraria Norandino estima exportar 100,000 quintales de café; es decir, alrededor de 300 contenedores este año, volumen similar a lo despachado por la asociación en el 2023.
Así lo señaló el gerente comercial de Norandino, Santiago Paz López, quien indicó que este producto se destinaría a Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea (UE). A los dos primeros mercados se dirigiría el 50% y a la UE el restante. “A la fecha ya tenemos compromisos comerciales por el 50% de lo proyectado exportar y nos faltaría vender la otra mitad”, detalló.
Norandino cuenta con 7,000 productores asociados, de los cuales 4,000 se dedican al cultivo de café y se ubican principalmente en Piura y Cajamarca. Además, concentran en total 20,000 hectáreas de café.
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La industria del café
La industria del café en Perú enfrenta un momento crítico ante la inminente implementación de normativas europeas que exigen a los productos importados garantizar su origen en zonas libres de deforestación. Lorenzo Castillo, gerente de la Junta Nacional del Café, expresó su preocupación por la falta de un plan concreto que asegure la continuidad de las exportaciones de café peruano a Europa, destino que representa el 55% de estas.
La Unión Europea, con un enfoque creciente en la sostenibilidad ambiental, ha establecido regulaciones estrictas para combatir la deforestación global, afectando directamente a las cadenas de suministro de productos como el café.
Estas normas, que entrarán en vigor en 2025, buscan promover prácticas agrícolas responsables y la conservación de los bosques.
Castillo señaló en una entrevista en RPP que desde abril de 2023 se han realizado propuestas y alertas al Gobierno peruano sobre este asunto. Sin embargo, hasta la fecha, no se ha establecido una estrategia clara para cumplir con las demandas europeas.
El desafío principal radica en demostrar que el café peruano proviene de áreas no afectadas por la deforestación, lo cual implica superar obstáculos legales y técnicos, incluyendo la georreferenciación de las fincas y la formalización de la titularidad de las tierras. Este último tema es uno de los más discutidos en el país, sin llegar a buen puerto.
El Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), según Castillo, enfrenta un dilema interno sobre cómo abordar la situación, atribuido a desacuerdos entre diferentes unidades administrativas.
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