
La finlandesa Metso, compañía global de tecnología para la industria minera, factura alrededor de 5.000 millones de euros anuales y emplea a cerca de 17.000 personas en todo el mundo. En América Latina mantiene una de sus operaciones más relevantes —con el Perú como pieza estratégica— debido a la expansión de su cartera de proyectos y la importancia regional del cobre. Con más de cuatro décadas de presencia en el país, la empresa sostiene un plan continuo de inversión, innovación y desarrollo de soluciones, especialmente en el negocio de bombas.
Joe Pezo, vicepresidente de Servicios de Metso, señaló que la compañía cerrará el 2025 en línea con su presupuesto anual, con crecimiento de doble dígito, un ritmo que esperan mantener durante 2026. “En nuestra línea de Consumibles estamos cubriendo una buena parte del mercado. Somos líderes en crusher wears (desgaste de chancado) y en revestimientos híbridos para molinos”, indicó.
De cara al próximo año, Pezo destacó que las oportunidades en brownfields y greenfields avanzan a velocidades diferentes. “Como Aftermarket, encontramos oportunidades en brownfields porque, con los precios elevados del cobre y el oro, muchas mineras activan programas de optimización y mejora. Eso nos permite capturar oportunidades con soluciones integradas, que no se limitan a un producto específico sino a circuitos completos, lo que facilita alianzas con diferentes clientes”, explicó.
En cuanto a proyectos greenfield, precisó que existen iniciativas que pueden ir desde US$ 50 millones hasta US$ 1,000 millones. “Ese tipo de oportunidades lo trabajamos con nuestro equipo de Minerals y, de manera complementaria, con Aftermarket, porque siempre existe la posibilidad de anticipar y ofrecer servicios desde etapas tempranas”, señaló.
Actualmente, Metso no solo opera en el Perú, sino que también atiende desde el país mercados como Bolivia, Ecuador, Colombia, Guyana y Surinam, consolidando su plataforma de servicios en la región.
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Frentes de inversión de Metso
Metso mantiene una fábrica de ensamblaje de bombas en Lurín, donde el nivel de utilización se ubica actualmente en torno al 80%. De acuerdo con la proyección interna, hacia 2026 la operación podría alcanzar un uso cercano al 95%. “Vamos a realizar inversiones de optimización de la planta y mejoras que permitan eficientar nuestros procesos. Esto nos dará capacidad para incrementar la producción, por ejemplo, en mangueras de concentrado y ciclones”, indicó Joe Pezo, vicepresidente de Servicios de Metso.
Respecto al nuevo Service Center ubicado en La Joya (Arequipa), que atenderá reparación de equipos Metso y de otras marcas, la compañía ejecuta una inversión cercana a los 20 millones de euros. La obra registra un avance del 30% y su entrada en operación está prevista para noviembre de 2026. Mientras tanto, el centro de servicios de Río Seco continuará operando hasta noviembre o diciembre del próximo año, periodo en el que se ejecutará el proceso de transición. Según Pezo, el nuevo complejo permitirá ampliar el portafolio de soluciones y reparaciones: además de chancadoras y molinos, contará con capacidad de grúa superior a 160 toneladas, habilitando el mantenimiento de equipos de alto tonelaje como los HPGR.
A ello se suma la planta de fabricación de revestimientos de caucho ubicada en Ate (Vulcano). Aunque su capacidad física no ha cambiado, la empresa ha incorporado mejoras tecnológicas para acelerar los tiempos de producción y reducir la exposición operativa del personal. “Estas mejoras nos han permitido controlar costos y elevar nuestros estándares de seguridad”, precisó el ejecutivo.

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Avances en innovaciónd de Metso
Pezo explicó que Metso impulsa diversas iniciativas de innovación orientadas al desarrollo de producto. La compañía destina entre 100 y 200 millones de euros anuales a Investigación y Desarrollo (I+D), inversión que permite diseñar soluciones que atraviesan procesos de prototipo, validación industrial y posterior lanzamiento comercial.
El foco principal —indicó— está en desarrollar tecnologías más sostenibles, compactas y con menor huella física, sin sacrificar capacidad operativa. Esta premisa se aplica a su portafolio completo: chancadoras, molinos y bombas. “El objetivo es maximizar la utilidad por metro cuadrado, de forma tal que ayudemos a reducir costos ligados a CAPEX en terreno, construcción e instalación”, explicó.
Además del diseño, Metso trabaja en reducir el consumo energético y de agua en sus equipos, en línea con la meta corporativa de alcanzar carbono neutralidad hacia 2030. Este enfoque se acompaña de una mayor expansión operativa: no solo aumentaron el número de productos con carga tecnológica, sino que también ampliaron su capacidad de servicios en campo. “Hoy no bajamos de un promedio diario de 200 a 250 personas ejecutando trabajos en distintas operaciones mineras”, señaló.

La compañía también está exportando expertise peruano. Actualmente envían profesionales para atender faenas en Bolivia, Ecuador, Colombia, Guyana y Surinam, donde —puntualizó— el talento nacional es cada vez más solicitado. “Las mineras de países como Guyana o Surinam piden directamente que vayan especialistas peruanos de Metso para resolver problemas y desarrollar soluciones en operación”, afirmó.

Licenciado en Comunicación de la Universidad de Lima, con especialidad de periodismo y comunicación corporativa. Actualmente redacto en la sección negocios del Diario Gestión.








