El presidente del sindicato United Auto Workers, Shawn Fain, tiene previsto reunirse el domingo por la tarde con los líderes sindicales de Ford para iniciar el proceso de ratificación de un nuevo contrato, mientras prosigue la negociación en General Motors tras el revés sufrido el sábado.
Fain ordenó el sábado una huelga en la planta de motores de GM en Spring Hill, Tennessee, criticando la “negativa innecesaria e irresponsable de la dirección a llegar a un acuerdo justo”.
No está claro qué ha hecho descarrilar el avance de GM y la UAW hacia un acuerdo que sigue el modelo de otros anteriores en Ford y Stellantis, propietaria de Chrysler. Estos acuerdos supusieron para los trabajadores una subida salarial récord del 25% durante los 4 años y medio de duración del contrato y permitieron a las automotrices volver a poner en marcha sus rentables líneas de montaje de camionetas.
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Los costos de las pensiones y el uso de trabajadores temporales fueron algunos de los puntos conflictivos en GM, según las fuentes. GM se mostró decepcionada por la decisión de la UAW de ir a la huelga de Spring Hill.
Las acciones de GM y Ford han caído aproximadamente una quinta parte desde el inicio de la huelga el 15 de septiembre. Las acciones de Stellantis sólo han bajado un 1%.
La huelga de Spring Hill podría afectar a la producción de grandes camionetas de GM, así como al montaje de otros populares vehículos de la marca. El efecto dominó de una huelga prolongada en Spring Hill podría aumentar los costos del estancamiento para GM muy por sobre los US$ 400 millones semanales que la empresa comunicó la semana pasada.
El abogado de la UAW Benjamin Dictor publicó el domingo por la mañana en la red social X, antes conocida como Twitter: “Todos mis colegas odian a las empresas que no aceptan contratos justos para sus trabajadores”. Más tarde borró el mensaje.
GM es ahora la única automotriz de Detroit sin acuerdo. Stellantis llegó a un acuerdo con la UAW el sábado y Ford el miércoles.
Los avances hacia la resolución de las disputas entre UAW y GM podrían ralentizarse el domingo, ya que Fain tiene previsto asistir a reuniones con funcionarios locales de Ford en Taylor, Michigan, un suburbio de Detroit, y ofrecer una actualización en video sobre el acuerdo con Ford a las 23:00 GMT.
A continuación, los dirigentes sindicales se desplazarán a las reuniones regionales para explicar el acuerdo a los afiliados, que votarán si lo aprueban o no.
Los líderes de la UAW ya no pueden dar por sentados los votos de ratificación. El mes pasado, los trabajadores de la UAW en las operaciones estadounidenses de Mack Truck rechazaron por abrumadora mayoría un acuerdo recomendado por Fain. En 2015, los miembros de la UAW en lo que ahora es Stellantis rechazaron por votación un contrato respaldado por la dirección del sindicato.
Fain dijo el sábado que los líderes sindicales locales en las plantas de Stellantis vendrán a Detroit el 2 de noviembre antes de que el acuerdo se envíe a los miembros para su ratificación.
La chequera grande
Fain ha sido especialmente duro con Ford durante las negociaciones del contrato, a pesar de que la automotriz ha cultivado una relación de colaboración con la UAW en el pasado.
En un momento dado, le dijo al director ejecutivo de Ford, Jim Farley, que “fuera por la chequera grande”, declarando que “los días en que la UAW y Ford formaban un equipo para luchar contra otras empresas han terminado”.
Además de la subida de los salarios generales, Fain ha dicho que los trabajadores temporales peor pagados de Ford disfrutarían de subidas de más del 150% a lo largo de la vigencia del contrato y que los empleados alcanzarían el salario máximo al cabo de tres años. El sindicato también consiguió el derecho de huelga sobre futuros cierres de plantas.
La UAW también consiguió eliminar los niveles salariales más bajos para los trabajadores de determinadas operaciones de piezas de Ford, una cuestión que Fain destacó desde el principio del proceso de negociación.
El contrato de Ford revertiría las concesiones acordadas por el sindicato en una serie de contratos desde 2007, cuando GM y la antigua Chrysler se dirigían hacia la quiebra y Ford hipotecaba activos para mantenerse a flote.
“Le dijimos a Ford que se pusiera las pilas y lo hizo”, dijo Fain en un video publicado la semana pasada.
Fuente: Reuters.
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