Pese a la normalización de las actividades, uno de los sectores que todavía no logra alcanzar las cifras del 2019 es el de la belleza. Y es que, tras la pandemia, los empresarios de este rubro no solo afrontan mayores precios en sus insumos, sino también inconvenientes para cumplir con los alquileres de los locales.
Así lo advirtió la presidenta de la Asociación Peruana de Empresarios de la Belleza (APEB), Rebeca Antezana, quien indicó que muchos colegas del sector están recurriendo al subalquiler de los espacios de un mismo salón, a fin de poder cumplir con las obligaciones ante el propietario. Mientras, en los casos más críticos, los establecimientos se están traspasando a nuevos emprendedores.
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De este modo, la portavoz justificó la creación de nuevos negocios en el rubro, aduciendo que mientras nuevos emprendimientos surgen, otros terminan cerrando debido a los altos costos que implican los alquileres, cuyo monto mínimo mensual, según dijo, se cotiza en US$ 700.
“Tenemos aproximadamente un 25% de negocios que se traspasan porque no pueden asumir los alquileres, peor que estos montos son en dólares y el billete está en subida”, refirió la empresaria, quien precisó que la mayoría de salones y peluquerías que cierran tienen menos de cinco años en el mercado.
Pero, el problema no se reduce a una menor demanda del servicio; por el contrario, existen otros factores que complican el panorama. Antezana explicó que el 95% de los productos que utilizan en los tratamientos y demás procesos estéticos son importados y aunque inicialmente tuvieron solo un 5% de incremento, ahora las alzas han colocado los insumos en un 30% más caros.
“Esto ameritaría que subamos los precios de los servicios, pero no lo hemos hecho porque deseamos recuperar la demanda del servicio. Los negocios que están en distritos como San isidro, Miraflores, Surco, La Molina son quizás los más afectados, pues todavía hay una cantidad importante de clientes que están haciendo trabajo remoto o híbrido, por lo que no van a los salones con la frecuencia que lo hacían antes”, anotó.
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La representante de APEB sostuvo que, debido a esta situación, el sector solo ha alcanzado un 70% de recuperación en demanda; ello, en un escenario en que de los aproximadamente 90 mil negocios que existían previo a la pandemia, hoy solo se ha reactivado un 60%.
“Hay entre un 30% y 40% que cerraron sus establecimientos y, con ello, pasaron a la informalidad. Siguen en el medio, porque brindan servicios a domicilio, pero ya no pagan impuestos ni alquiler”, agregó.
Para menguar de alguna forma la situación que afrontan, Antezana manifestó que es importante que, al igual que ocurrió con los restaurantes, el Congreso apruebe la reducción del IGV para los negocios del rubro de belleza.
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