La empresa de producción cárnica JBS admitió haber pagado a hackers un rescate de US$ 11 millones tras el ciberataque que provocó el cierre de todas sus plantas de carne de vacuno en Estados Unidos.
JBS, cuya matriz está en Brasil, señaló en un comunicado que el pago se hizo una vez restablecida la operación de las plantas para evitar males mayores.
El pago se hizo en criptomoneda y según el FBI los responsables del ciberataque son un grupo de piratas informáticos radicado en Rusia y conocido como REvil.
“Esta fue una decisión muy difícil de tomar para nuestra empresa y para mí personalmente”, dijo el consejero delegado de JBS en Estados Unidos, Andre Nogueira.
“Sin embargo -añadió- sentimos que esta decisión debía tomarse para prevenir cualquier potencial riesgo para nuestros clientes”.
JBS es responsable de un 20% de la producción de carne de vacuno y cerdo en Estados Unidos y el cierre de sus plantas hizo temer que pudiese afectar a la distribución, pero la empresa rápidamente fue capaz de restablecer su operación.
El ataque contra JBS, ocurrido la semana pasada, se produjo días después que otra organización, DarkSide, realizase un ciberataque similar contra Colonial Pipeline, la mayor red de oleoductos del país.
En el caso de Colonial, cuyo ataque provocó graves problemas de suministro de gasolina en Estados Unidos, la compañía pagó a DarkSide US$ 4.3 millones en bitcóin para poder recuperar el control de sus sistemas informáticos.
Sin embargo, el Departamento de Justicia anunció esta semana que había logrado rastrear y recuperar US$ 2.3 millones de ese rescate.
Este tipo de ciberataques de “ransomware” provocan el bloqueo de sistemas informáticos que no son liberados hasta que compañías o instituciones pagan un rescate a los piratas informáticos.