Arequipa parece seguir la misma suerte que sus regiones vecinas, tras la ola de protestas que sacude al sur del país, cuyo objetivo es el fin del gobierno de Dina Boluarte y la convocatoria a nuevas elecciones generales.
De este modo, el turismo sigue siendo una de las actividades económicas más golpeadas, con pérdidas que incluso alcanzan los US$ 500 millones mensuales, adelantó el presidente de la Cámara Regional de Turismo (Caretur- Arequipa), Walter Bustamante.
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Según el representante gremial, las reservas para este mes se han detenido y no se registran nuevos compromisos para toma de servicios turísticos para febrero o marzo ante la incertidumbre que genera la continuidad de las protestas en diferentes zonas del sur.
“Los hoteles presentan ocupación de incluso menos de 10%, mientras que en años anteriores esta podía variar de 40% a 60%, sobre todo, luego de la pandemia, cuando la gente comenzó a viajar con mayor frecuencia”, manifestó Bustamante, destacando que existen alrededor de 2,300 hospedajes en la región.
En ese sentido, Bustamante dijo que la situación se agrava porque Arequipa es un destino que siempre se escoge junto a otros y forma parte de circuitos turísticos que comprenden Ica, Cusco y Puno, cuyas regiones también fueron afectadas por los bloqueos y los hechos de violencia que ahuyentan el turismo.
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“A nuestra región llegan nacionales y extranjeros, pero en el último periodo fue más intensivo el arribo de turismo local. Sin embargo, ahora se están perdiendo ambos flujos”, lamentó el representante gremial, quien dijo que el ticket promedio de gasto de un visitante en Arequipa es de aproximadamente US$ 250 por día.
Además, similar a lo sucedido con regiones aledañas, en la ‘Ciudad Blanca’, el menor flujo turístico se observó desde año nuevo, luego de que se anunció el inicio de las medidas de fuerza.
Bustamante consideró que el turismo que se dejó de recibir en el sur del país fue reorientado a la zona norte y a la selva del Perú, donde las manifestaciones no lograron profundizarse en la misma magnitud que en Puno.
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