Después de una caída del 0.55% en la economía peruana en el 2023, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) prevé un aumento del 3% para este año, esto -en parte- por un efecto estadístico. Sin embargo, señala que a partir del tercer trimestre, el crecimiento no dependería de un “rebote” y se esperaría que algunos sectores experimenten una expansión de manera orgánica.
Según el LatinFocus Consensus Forecast de febrero, elaborado por FocusEconomics, la producción nacional crecería 1.9% en el primer trimestre; 2.1% en el segundo trimestre; 2.8% en el tercer trimestre; y 2.2% en el cuatro trimestre.
Bajo ese contexto, Juan Carlos Odar, director de Phase Consultores, indicó que el crecimiento orgánico de la economía dependerá de las condiciones de estos meses, sobre todo en generación de inversión privada, indicador que justamente el nuevo titular del MEF, José Arista, espera impulsar.
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Por tal motivo, expresó que las expectativas empresariales podrían mejorar en respuesta a los mensajes de Arista. “Que cambie el ánimo de los inversionistas será clave. Si eso ocurre podemos esperar que la economía crezca sin ‘rebote’ a partir de la segunda mitad del año”, dijo a Gestión.
De acuerdo con las estimaciones de su consultora, el producto bruto interno (PBI) para el 2024 alcanzaría un 2.4%. De este total, se anticipa que un 0.6% se atribuirá a un crecimiento por “rebote”, mientras que un 1.8% se espera que se genere de manera orgánica.
“Eso sería que, después de dos años, se tendría una dinámica de crecimiento muy baja, sobre todo porque se aspiraría a crecer por encima del potencial tratando de recuperar el tiempo perdido”, anotó.
El economista enfatizó que lograr una expansión sin depender de un “rebote” podría traducirse en ingresar al 2025 con una dinámica más favorable, aumentando las posibilidades de alcanzar un crecimiento superior al 3% para ese periodo.
¿Qué sectores crecerían sin “rebote”?
Odar proyecta que los sectores que experimentarán un crecimiento por “rebote” en el 2024 serán aquellos que fueron más afectados el año pasado, como pesca, manufactura y construcción.
No obstante, el director de Phase Consultores señaló que los rubros que se expandirán de manera orgánica este año sería el de electricidad, que en los últimos dos años viene ganando participación, y comercio, que crece y tiene mayor absorción de trabajadores. También se espera un mejor desempeño en algunos servicios.
Además, se prevé que el sector financiero se recupere, especialmente si las tasas de interés del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) siguen disminuyendo.
En relación con el sector agropecuario, el experto explicó que la disminución registrada en 2023 se atribuyó principalmente a la baja en la producción de arándanos, papa y pollo. “Para que este año se recupere el rubro, solo arándanos debería tener una expansión por arriba del 25%, el excedente sería la recuperación”, remarcó.
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Señales de acciones concretas
Para Oswaldo Molina, profesor de la Universidad del Pacífico, es probable que no todo el crecimiento del PBI de este año (3% que proyecta el MEF) se deba a un “rebote”, pero considera insuficiente esas cifras para impulsar significativamente la generación de empleo y contribuir a la reducción de la pobreza.
“Se debe pensar en crecer 5% y tenemos la posibilidad de hacerlo. Aunque tenemos proyectos de inversión paralizado y existe una desconfianza empresarial, eso puede ser contrarrestado con acciones concretas del Estado”, manifestó.
Como primer punto, Molina argumentó que es crucial mejorar las expectativas empresariales, y para lograrlo, es necesario reducir la incertidumbre. Esto podría lograrse a través de un liderazgo claro por parte del gobierno en la dirección de la economía.
“Se ha avanzado, pero se puede hacer mucho más. Si hay un año para reactivar la inversión es este, porque en el 2025 ya se viene el tema político por las elecciones generales (del 2026)”, aseveró.
Siguiendo esa línea, el economista mencionó que un segundo aspecto crucial es destrabar proyectos que se encuentran paralizados, especialmente aquellos que involucran sumas significativas de inversión. Enfatizó la necesidad de emprender acciones concretas para generar efectos positivos, como mejorar la conectividad con el puerto de Chancay y también con el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez.
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