La actualidad de descontento social reflejada en las recientes protestas y medidas como el aumento en la remuneración mínima vital (RMV) sumarían al aumento de precios en el 2022, así lo señaló Daniel Velandia, Economista Jefe de Credicorp Capital.
Cabe resaltar que, en el contexto de manifestaciones por el aumento de precios, el Gobierno incrementó el salario mínimo de S/ 930 a S/ 1,025, realizó exoneraciones tributarias en combustibles (exoneración del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) a la gasolina de 84 y 90 octanos), e impuso un toque de queda el martes 5 de abril.
La crisis social, mencionó Velandia, podría sumar a un ya elevado escenario de inflación. “La inflación ha derivado en las protestas recientes. Lo que hemos venido viendo (en referencia a los conflictos sociales) puede incluso suponer un impacto adicional sobre los precios. Por ejemplo, en Colombia, cuando hay bloqueos en la vías siempre termina sumando en la inflación”, afirmó.
En el mismo sentido, mencionó que el aumento del salario mínimo, además de tener un efecto que suma a los niveles de informalidad y subempleo, sería un factor a favor del avance de precios.
“Es una medida que para la economía peruana es negativa para el empleo, inflación y crecimiento. El aumento de la RMV tendría un impacto adicional sobre el aumento de precios, pues muchos bienes en todas las economías se indexan al sueldo mínimo”, manifestó.
El representante de Credicorp Capital señaló que la inflación alcanzaría un pico entre abril y mayo, para luego caer gradualmente hasta ubicarse en 4.5% al cierre del 2022.
“Se van a promediar niveles alrededor del 6% a lo largo del año. El Banco Central de Reserva (BCR) debería llevar su tasa a 5.25%, pero los riesgos son al alza al igual que con la inflación. Habrá que hacer un balance sobre los riesgos de la inflación y el crecimiento económico”, agregó.
Exoneraciones tributarias e impacto fiscal
El economista de Credicorp Capital indicó que la exoneración del ISC es una medida apropiada, pero que debió tomarse con mayor anticipación como sucedió con otros países. Por otro lado, indicó que la posible exoneración del Impuesto General a las Ventas (IGV) “es peligrosa”.
“Las medidas para que los precios de los combustibles no suban van en línea con lo que está pasando afuera. Países como Colombia y Chile han tomado medidas sobre los precios de los combustibles desde el año pasado y principios del 2022, respectivamente. Sin embargo, ya cuando se habla del IGV no se estaría tan seguro de su efectividad, pues no hay garantía que el empresario va a transmitirlo al consumidor. Este tipo de medidas deben ser mejor pensadas”, apuntó.
En relación a ello, Velandia señaló que, a pesar que las expectativas sobre el déficit fiscal siguen siendo positivas para el 2022, podrían verse algo afectadas por un mayor gasto social derivado de las protestas.
“Lo que se ve actualmente (en referencia a las protestas), nos parece que puede tener un efecto en las cuentas fiscales. Ya se tomaron medidas para que los combustibles bajen y hay propuestas de dejar bienes exentos del IGV, por lo que ya habría un impacto inicial; además, no se descarta haya presiones para mayor gasto social. En estas condiciones la presión para un mayor gasto es alta. Por ahora la proyección del déficit se estima en 3% del PBI para el 2022”, manifestó.