El Pleno del Congreso aprobó una ley que otorga un beneficio tributario temporal para la importación de insumos para la fabricación de fertilizantes de uso agrícola, así como para la elaboración de alimentos, con el fin de buscar reducir su precio para el mercado local.
Según la norma, presentada por la Comisión de Economía, se pretende que los productos a importar tengan costos que estén a niveles previos a la pandemia, excluyendo el factor de alza de los fletes (de transporte marítimo).
La meta es que, sobre la base de costos (que incluyan fletes sin las alzas extraordinarias reportadas en el mercado internacional), se pueda establecer una reducción temporal de la base imponible para la determinación de los tributos que gravan la importación de las referidas mercancías.
¿Qué productos se favorecen con esta ley?
La ley detalla que se favorece, así, la importación definitiva de subpartidas como urea, sulfato de amonio y nitrato de amonio para uso agrícola (referidos a abonos nitrogenados).
Abarca también el aceite de soya en bruto incluso desgomado, tortas y demás residuos sólidos de la extracción de aceite de soya incluido molidos (como aceite crudo de soya), así como el almidón de trigo, demás harinas de cereales, excepto trigo y gluten de trigo.
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Igualmente favorece la importación de grañones y sémola de trigo; harina de trigo o de morcajo tranquillón, pellets de trigo, salvados, moyuelos y demás residuos del cernido, molienda y otros tratamientos de trigo, así como trigo bulgur y trigo duro
La norma establece que se excluya temporalmente de la base imponible para la determinación del valor en Aduana de las citadas mercancías importadas, un porcentaje de los gastos de transporte y de los gastos conexos al citado transporte.
¿Cómo se determinarán los porcentajes de reducción de gastos?
Los porcentajes de reducción de los gastos de transporte y conexos serán determinados por cada subpartida arancelaria por el Gobierno, conforme a un análisis técnico vía decreto supremo publicado a los diez días hábiles de la entrada en vigor de esta ley.
Esta norma fue originalmente planteada por el Poder Ejecutivo y aprobada anteriormente por el pleno en julio con algunas modificaciones, por lo que luego fue observada por el Gobierno en agosto. Ante ello, retornó para su debate a la Comisión de Economía.
La presidenta de esa comisión, Rosángela Barbarán Reyes (Fuerza Popular), presentó un dictamen que se allanaba a las observaciones planteadas por el Ejecutivo, con lo cual esta norma fue aprobada con 83 votos a favor, 14 en contra y cuatro abstenciones.
La parlamentaria explicó a Gestión que, en efecto, el objetivo es reducir la base imponible de importación de estos insumos, quitando el costo del flete, aunque reconoció que si bien, en su momento, el incremento de los fletes fue más relevante, hoy ya se están normalizando.
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“Aun así (esta ley) ayudaría en que se obtengan menores costos de importación. La crisis requiere medidas que impacten directamente en los consumidores”, aseveró la parlamentaria.
“Se busca reactivar la economía y reestablecer a su estado anterior los costos asociados al transporte internacional. De esta manera, se incentivará el comercio exterior y se reactivará la competitividad nacional, sobre todo, como consecuencia, coadyuvará a la posible reducción de los precios de los bienes de la canasta básica”, remarcó.
Navieras aseguran que fletes bajaron en 90%
Por su parte, la Asociación Marítima del Perú (ASMARPE) indicó que los precios de los fletes marítimos Asia-Callao vienen registrando una fuerte caída que los sitúa en menos del 10% de lo que se tenía hace un año, cuando el pico llegó a los US$12,000 por contenedor de 40 pies, y ello fue causado por disrupciones propias del mercado internacional en plena pandemia.
Así, añadió, la realidad confirma que se produjo una contracción en la demanda y una menor frecuencia de imprevistos en los puertos del Asia, reflejando un ajuste de acuerdo con la oferta y la demanda del mercado.
“Tal como dicen los técnicos, los precios actuales evolucionaron a favor de los usuarios de modo palpable, condicionados por las fuerzas del mercado y el reacomodo productivo de gigantes logísticos como China”, aseveró Moises Woll, presidente de ASMARPE.
Sin embargo, afirmó que el mercado peruano podrá mejorar sus índices de competitividad del comercio exterior y con ello la logística integral, cuando el Estado cumpla cabalmente su rol de brindar infraestructura básica, vialidad adecuada y seguridad en puertos.
“La inacción solo genera sobrecostos al sector privado. Si queremos ser los líderes del Pacífico, tenemos que eliminar estas barreras físicas, en primer lugar y dar al mercado, confianza para invertir”, aseveró.
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