Hasta el 17 de enero regirá en Perú el nuevo toque de queda debido a la tercera ola de contagios por COVID-19, que se extendió de 11:00 p.m. hasta las 4:00 a.m. Estas tres nuevas horas de inamovilidad respecto al mes pasado estarían impactando negativamente en la recuperación económica de diferentes sectores, principalmente comercios y servicios, teniendo a su vez eco en el empleo.
Según un análisis técnico realizado por Apoyo Consultoría por encargo de ComexPerú, respecto al impacto que tiene la nueva restricción en la actividad de los restaurantes, “las tres horas adicionales de toque de queda por día reducen en 8.5% la movilidad de las personas, que es a su vez, una reducción de 12% en el PBI de restaurantes y una caída del 8% en el empleo”, señaló Iván Portocarrero, Jefe de Análisis Sectorial de Apoyo.
Según explicó, el tener un inicio de toque de queda a las 11:00 p.m. implica que los locales cierren hasta dos horas antes recortando más su horario de atención al cliente en la cena que, para muchas empresas, representa una parte importante de sus ganancias. Además, al ser un sector con alta tasa de informalidad, el plazo para despedir personal será bastante rápido.
La consultora enfocó su análisis en la actividad de los restaurantes al ser uno de los segmentos más rezagados en su recuperación, sin embargo, los resultados también podrían tener implicancias en otros sectores como comercio, manufactura, así como bienes y servicios.
¿Se sentirá el impacto en el PBI nacional? Considerando que algunas estimaciones prevén que la tercera ola de contagios dure hasta abril próximo, el impacto del toque de queda se sentirá en el primer trimestre del año, “pero si vemos el PBI nacional en todo el 2022, no vemos que sea un impacto muy significativo, pero eso no deja que tenga un impacto importante durante este periodo del tiempo (primer trimestre)”, anotó.
La alternativa
Jessica Luna, gerenta general de ComexPerú, mencionó que este análisis técnico fue presentado al Ejecutivo en diciembre pasado pero no se habría tomado en cuenta en vista que se decidió aplicar nuevas restricciones.
“El número de contagios no debe ser considerado, sino, los avances en la vacunación, eso es lo que debe tomarse en cuenta a la hora de la toma de decisiones. Nos preocupa que ante el aumento de contagios, se recurran a restricciones más duras cuando su efectividad es limitada pero tiene un gran impacto negativo en la economía (...) Asimismo, los plazos de aislamiento social deben ser revisados basados en recomendaciones científicas”, declaró en una conferencia de prensa este martes.
Por su parte, Portocarrero aseguró que “el efecto de auto imposición (aislamiento para las personas que salieron positivos a COVID-19) es menor que el de las restricciones (toque de queda y menor aforo) en la economía, y eso lo hemos visto con la data”, expresó.